Relato publicado en https://palabrassuenosehistorias.blogspot.com de Dayana Rada, de la RIED
¿Quién me extrañará?
Ni turismo ni sostenible
Las palabras, esas que inventamos y nos inventaron, también inventan la realidad y, demasiadas veces, hasta la traicionan. Mantengo, desde hace decenios, que tanto o más grave que cualquiera de las otras crisis es la de los sentidos de lo dicho y escrito. El monumental cansancio que la palabras tienen de que tantos las conviertan no ya en mentiras sino en sus absolutos contrarios. El lenguaje se ha convertido en mimético, esconde mucho más que revela o aclara. Precisamente por eso casi todo está en peligro porque la comprensión ya es tan escasa como la transparencia. Imposibles, por cierto, la una sin la otra.
Necesitaba este preámbulo porque arrecian toda suerte de encuentros, a todos los niveles, sobre el más que mal llamado turismo sostenible. Es más, parece como si toda iniciativa del mundo natural y rural debiera pasar por su exhibición ante los lisiados ojos de los que casi nunca miran a un horizonte.
Pues bien. TURISMO es palabra que debe reservarse para lo que realmente define: el amontonamiento de personas en ciertos lugares donde se sigue viviendo embadurnados de ruido, lelas velocidades y demasiada compañía. El turismo es que 11.000 aviones, como mínimo, estén constantemente en el aire. O que más de mil millones de personas colecciones visitas triviales y fugaces para incrementar el más que falso prestigio de haber estado allí. Sin olvidar, claro, que cuando menos, el turista triplica el impacto ambiental en todos sus frentes, es decir gasto de agua, energía, territorio y generación de residuos. Desencuentros en suma con el paisaje que les acoge. Al otro lado queda el viajar con sentido, es decir encontrarse con lo diferente, enriquecerse con lo demás sin robarle absolutamente nada.
SOSTENIBLE es palabra que dice y escribe la historia de una derrota, del más flagrante expolio de su propio sentido. Porque no conviene olvidar que se ha usado diez veces más para camuflar acciones y proyectos destructores que acrecentadores. Si es turismo resulta del todo imposible que sea sostenible. Propongo que se queden del todo con la prostituida palabra y fundar otros términos que sean más veraces, aunque solo sea por no desgastados por la codicia.
Los que lean este blog llevan años comprobando que siempre lo despido con la palabra ATALANTAR, que quiere decir, entre otras cosas, CUIDAR.
Las propuestas de uso y disfrute del derredor sin daño no dejan de ser formas de conducta respetuosa, atalantadora, pues. Pero no solo de la Natura o la Cultura Rural, también de nosotros mismos. Poco, o nada, cuida tanto de uno mismo como cuidar de los y de lo demás. Encontrarse con el lado acrecentador de la vida y de lo humano durante las vacaciones acaso merecería fundar la palabra ATALANTISMO para minimizar los daños que provoca la peligrosa mentira que encierra eso del turismo sostenible.
Joaquín Araújo
Naturalista y escritor
Oda al tigre
Oh Jaguar
eres mágico
silencioso,
mítico,
por eso
las etnias primigenias
siempre te han venerado,
eres un Dios para ellas.
Sos extremadamente ágil
apareces y desapareces
como por encanto,
-fuerte-
como un huracán,
cuando ruges
los animales de la selva se crispan,
es oír tronar
con rayos y centellas;
pero cuando ronroneas
eres dulce,cariñoso
y te encanta jugar
con las sombras,
con ramillas y guijarros,
pero más con la luna,
cuando es media noche
en noche de Luna llena
y tienes sed,
vas a tu poza preferida
la ves rielando
ondulante y juguetona
serena y brillante,
y sigues jugando y jugando,
porque guardas
en tu corazón
el encanto
de tus cachorros.
Cuando matas
matas por hambre
para tí y para tu progenie mimada,
no por vicio y degradación …
lo haces como un sagrado acto
de natural sobrevivencia.
Tus ojos
tus bellísimos ojos
son fulgurantes,
profundos
hipnotizantes.
Y a veces
desde lo más recóndito
de tus genes ancestrales,
te transformas en Pantera,
y hasta la noche
se inclina ante tí.
Luis J.Poveda De Álvarez es escritor y miembro de la RIET
Matices y matices
Matizar es, según el diccionario, “Graduar con delicadeza sonidos o expresiones conceptuales”; “Juntar, casar con hermosa proporción diversos colores, de suerte que sean agradables a la vista” y “Dar a un color determinado matiz”. Los subrayados son míos porque desde Mediterrània, nos podríamos pasar el día desmatizando temas que llegan a la ciudadanía con delicadeza, agradables a la vista y de una forma determinada aunque, bajo esas capas de colores, sigan igual de áridos y poco agradables a la vista.
Mediterrània no dice, entre uno de tantos ejemplos, “distribución espaciotemporal optimizable en la atención asistencial”, sino “listas de espera y colas en la sanidad pública”. Lo que viene siendo lo de llamar las cosas por su nombre de toda la vida.
Así que, sin matiz alguno, Mediterrània lleva décadas trabajando para mejorar el Camp de Tarragona con especial atención al medio ambiente y los valores sociales, con la ilusión de que personas e instituciones dejen de lado partidismo e intereses personales y apuesten por proyectos de ciudad, del Camp de Tarragona y por el bien común.
A pesar de una larga trayectoria, al ser independientes, seguimos siendo una ONG modesta, con los recursos propios de una entidad sin ánimo de lucro, con nuestras virtudes y nuestros fallos, sujeta a la mirada pública, pero sobre todo, a la nuestra, a la de actuar con la conciencia tranquila de querer un Camp de Tarragona mejor.
Si se buscan matices, se encuentran…o no.
¿Qué matices tiene morir ahogado en el Mediterráneo por huir del horror, del fanatismo, la pobreza o sufrir una vida agónica en tu país? ¿Qué matices tiene cerrar los ojos ante esta tragedia humana se desarrolla ante nuestros ojos en el tiempo real de las televisiones y de los medios digitales?
Entre los blancos y los negros, está el gris. Pero sí solo nos movemos en la franja de los grises, en los matices de los grises, acabaremos siendo grises nosotros también. El color de la contaminación, sin colorido ni vida.
Hay veces en que hay que decidirse entre el blanco o el negro, posicionarse de forma clara, mostrar compromiso en vez de querer quedar bien con todo el mundo con delicadeza y de forma agradable a la vista.
Nos guste o no, la realidad que vivimos es la nuestra y desde Mare Terra Fundació Mediterrània, en vez de maquillar preferimos abordar la crudeza de frente con la denuncia pública, la concienciación y el compromiso.
Matices para ponerse en la piel de otros y entender su mirada, sí. Matices para seguir confundidos con lo gris, desapercibidos en zona segura, nunca.
Y entre matices y matices, seguiremos hablando claro. Lo que viene siendo desmatizando de toda la vida.
Ángel Juárez. Presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània
Se han presentado 26 obras de 15 países al I Premio internacional literario de la RIET
En total, se han presentado 26 obras literarias procedentes de lugares tan diversos como España, Argentina, Bolivia, Uruguay, Honduras, México; Costa Rica, Nicaragua; los Estados Unidos, Perú, El Salvador, Cuba, Chile, Colombia y Brasil.
El premio consiste en una tirada de 1.000 ejemplares impresos de la obra ganadora y los gastos pagados para asistir a la gala de los XXV Premios Ones Mediterrània, que se celebrará en el Teatro Metropol de Tarragona el próximo 7 de junio. El libro de la obra ganadora se repartirá entre los asistentes a la ceremonia de los Premis Ones.
Este primer concurso literario quiere impulsar los valores humanistas, la ecología social, el pensamiento libre, la igualdad de oportunidades, la justicia universal, el diálogo intercultural, la cultura solidaria, la fraternidad y, en definitiva, el compromiso con la protección de nuestra Madre Tierra.
El certamen literario ha tenido una amplia difusión en España y en el continente americano, donde ha tenido un impacto en las redes sociales de más de 100.000 personas, con una elevada interacción.
“El concurso pretende ser una primera plataforma de promoción de escritores no profesionales, para que puedan compartir su obra bajo el paraguas de la RIET, entidad impulsada por Mare Terra Fundación Mediterrània que cuenta ya con más de 900 miembros”, explica el presidente de Mediterrània, Ángel Juárez.
Por su parte, el presidente del Ars, Jorge Pascual, destaca la “buena participación” del certamen y vaticina que “la difusión del premio y la entrega de reconocimientos el 7 de junio en Tarragona, generará ” la visibilidad y el interés en una mayor participación de los escritores por la tierra y la humanidad “.