La Fundación del Patrimonio francés ha emprendido una campaña de recaudación de fondos para completar los 15.000 euros que requiere la urgente restauración de una momia aparecida en 2001 entre la basura en Rueil-Malmaison (Hauts-de-Seine).
Poco se sabe con certeza de cómo llegaron a Francia los restos de esta niña egipcia de cuatro años embalsamada hace más de 2.000 años y cuya momia fue hallada entre los escombros del suburbio parisino. «Una señora anónima se presentó preguntándonos en qué escombrera podía depositar su objeto. “Es una momia”, dijo. No sabíamos exactamente de qué se trataba, solo señaló que vaciaba su trastero», explica Jean-Louis Parichon, uno de los presentes entonces en el cuartel Guynemer, situado frente a varios contenedores de reciclaje.
«Vi inmediatamente que el objeto era extraordinario. Lo aparté. Después, una vez que pasó la fase de asombro, avisé al museo de la ciudad». Las reacciones de la decena de agentes presentes fueron muy diversas: incredulidad («¿no será falso?»), prudencia («¿no se trata de un muerto?»), sentido práctico («Hay que meterlo en eBay»). Los agentes llamaron a la momia «Toutencombrant 1er» (algo así como «granengorro primero»), señala la Fundación del Patrimonio francés, que ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para restaurar la momia.