Queridos Reyes majos:
Disculpad que os escriba tan pronto pero me veo obligado a hacerlo. Me he enterado que mis padres no pueden pagar mis libros del colegio ni los de mi hermano, y he pensado que antes que financiarlos en unos grandes almacenes, alimentando siempre a los mismos y apoyar publicidades engañosas que fomentan jugando al equívoco entre los términos ahorro y financiación, quisiera pediros mis reyes por adelantado si fuera posible. He paseado mucho sin fortuna buscando al genio de la lámpara antes de recurrir a vosotros.