El cirujano dentista, escritor y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Ernesto Sosa Rocha, sigue demostrando artículo tras artículo sus ganas de luchar por el medio ambiente tanto en su ciudad, Mexicali, como en todo el planeta. En su último escrito, apunta con el dedo uno de los grandes enemigos contra los que tenemos que luchar: las bolsas de plástico. ¿Ganaremos esta batalla algún día?
’Las bolsas de plástico deben ir desapareciendo del planeta’
Parecen inofensivas y las usamos todos los días. Sin embargo, las bolsas de plástico son una amenaza para la salud del planeta. Recuerdo de niño que en los años setenta, cuando mis padres realizaban sus compras aquí en Mexicali y en Calexico, California, desde los antiguos supermercados de aquella época, como el Fed Mart, Safeway y algunos otros donde se surtían los víveres para el hogar.
Por lo general dicho mandado era empacado en bolsas amplias de papel con dos agarraderas de papel torcido, haciéndolas más resistentes para su traslado. Sabemos que la bolsa de plástico es un objeto cotidiano que se utilizaba principalmente para transportar pequeñas cantidades de mercancías, como lo mencione anteriormente fueron introducidas en los años 70 del siglo pasado, rápidamente se hicieron muy populares, especialmente a través de su distribución gratuita en supermercados y otras tiendas.
Al principio eran blancas o semitransparentes, pero rápidamente los gigantes de las tiendas departamentales descubrieron que eran un buen escaparate para su publicidad.
A través de su decoración con los símbolos de las marcas, constituyen una forma barata de publicidad para las tiendas que las distribuyen. Las bolsas de plástico pueden estar hechas de polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad o de polipropileno, polímeros de plástico no biodegradable, con espesor variable entre 18 y 30 micrómetros.
Anualmente, circulan por el mundo entre 500.000 millones y un billón de estos objetos. De la cantidad de petróleo que se extrae en todo el mundo, el 5% se utiliza para la industria del plástico. Hacer una bolsa de plástico tarda sólo unos segundos. Luego se usa una o dos veces durante una semana y se tira.
Por último, su desintegración se promedia entre los 150 y los 500 años, aunque aquí en Mexicali con las altas temperaturas del calor veraniego, su desintegración disminuye a muchos años menos, pero a pesar de eso, no deja de ser contaminante. Menos del 1% de las bolsas se recicla. Es más costoso reciclar una bolsa plástica que producir una nueva.
Existe una economía detrás del reciclaje de las bolsas plásticas. Producir una tonelada de bolsas plásticas cuesta 4.000 dólares. Reciclar esa tonelada de plástico, 32 dólares. Es muy importante señalar que:
-Se tiran 8.000 millones de toneladas de plástico anualmente, las cuales van hacia los ríos, lagos y mares.
-Las bolsas de plástico tapan las cañerías, coladeras y alcantarillas.
-Se han encontrado bolsas plásticas en el círculo Ártico.
-Las bolsas de plástico representan el 10% de los desechos en las costas.
-Al degradarse se convierten en pequeños petropolímeros sumamente tóxicos. Estas partículas entran a la cadena alimenticia con consecuencias catastróficas.
“Cada vez que usamos una nueva bolsa de plástico, los grandes empresarios del mundo van y consiguen más petróleo del Medio Oriente y lo traen en tanques”, dijo Stephanie Barger, directora ejecutiva de la Fundación de Recursos de la Tierra (Earth Resource Foundation) de California. Así, agrega, “estamos extrayendo recursos de la Tierra y destruyéndola tan solo para usar durante 10 minutos una bolsa de plástico”.
Afortunadamente ya existe un creciente movimiento internacional dirigido a prohibir o desalentar el uso de las bolsas de plástico debido a los problemas que causan al medio ambiente. Países como Irlanda o Australia lo están atacando y las acciones antiplástico aumentan en los Estados Unidos.
En Australia, cerca del 90% de los negocios minoristas han firmado acuerdos voluntarios con el gobierno para reducir el uso de las bolsas de plástico. Una ley exige que los restaurantes, supermercados y las bodegas cobren a los clientes por las bolsas y los utensilios de plástico. Esta ley ha propiciado una reducción del 69% en el uso de productos de plástico.
Una de las principales preocupaciones es la basura. En China, las bolsas de plástico que vuelan por las calles son llamadas “contaminación blanca”. En Sudáfrica, las bolsas son tan notorias en el campo que se han ganado el título satírico de “flores nacionales”.
Entre los países que han prohibido o tomado acciones para desalentar el uso de las bolsas de plástico se encuentran Australia, Bangladesh, Irlanda, Italia, Sudáfrica y Taiwán. Mumbay (antes Bombay), India, también ha prohibido las bolsas. Al prohibir las bolsas plásticas gratuitas, China ahorra 37 millones de barriles de crudo al año.
Hace seis años, San Francisco se convirtió en la primera ciudad de Estados Unidos en prohibir las bolsas plásticas. En Europa, el europeo medio consume 198 bolsas finas al año y los países comunitarios tendrán que optar por asumir el objetivo de reducir la cifra a noventa en 2020 y a tan solo cuarenta en 2026 o por obligar a que los comercios cobren por ellas a sus clientes a partir del 2019.
En Mexicali, ya se tiene que ir proyectando gradualmente como ir desapareciendo de los negocios en general, la bolsa de plástico, que muchas veces las observamos como destino final, en el fondo de los drenes y canales, en alcantarillas y basureros clandestinos, dándole una mala imagen a la ciudad y las grandes desventajas con las que cuenta, que antes mencioné.
Ernesto Sosa Rocha