La Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET) quiere enviar desde aquí todo su apoyo y cariño a la periodista y reportera de guerra Mayte Carrasco, que también forma parte de la Red. Según explica el diario ‘El Confidencial‘, Carrasco ha sido “amenazada” y “acosada” después de intervenir en el programa ‘En tierra hostil’, en el que dio su punto de vista sobre el radicalismo islámico, siempre basándose en su experiencia personal en Siria.
“Cuando en 2012 entré a Siria, lo hice cruzando la frontera con Líbano de forma clandestina y por las cloacas, y así entré en el cerco dondecaían 200 bombas al día en seis kilómetros cuadrados encima de gente totalmente indefensa. Fue allí cuando nos dimos cuenta los periodistas de que si la comunidad internacional no hacía nada, Siria se iba a radicalizar. Y así ha sido desgraciadamente”, afirmó Carrasco en el programa.
Después de su intervención, empezó el acoso a su persona a través de su perfil de Twitter, ya que empezó a recibir amenazas e insultos, siendo calificada como “mentirosa” o “bastarda”. Carrasco ya se ha puesto en contacto con el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil para que se abra una investigación ante la avalancha de mensajes recibida. En declaraciones a ‘El Confidencial’, la periodista asegura que “es necesario que haya una ley que impida a los perfiles falsos difamar, calumniar y amenazar de esta manera a personas que sí somos perfiles verdaderos, a quienes nos pueden atacar con total impunidad”.
Desde la RIET, además de mandar todo nuestro apoyo a Mayte (con la que ya hemos hablado telefónicamente), creemos que es un buen momento para recordar cómo empieza el ‘Manifiesto de Solentiname‘: ‘En nombre de la palabra, de nuestra palabra, de la palabra de todos, hoy deseamos exhibir, aquí y ahora, la realidad de un planeta que se destruye, que navega a la deriva en el mar de la globalización, el deterioro ambiental y la violación de los derechos humanos”. Y aprovechamos estas líneas para añadir que la palabra es sagrada, pero siempre y cuando se use con buenos fines. Utilicemos su poder para crear un mundo mejor, y no para amenazar a aquellos que tan solo luchan por defender los derechos humanos. Si así fuera, este planeta sería un lugar mucho más confortable.
¡Un abrazo a Mayte y a todos los periodistas que la única arma que disparan es la palabra!
