Marco Rodríguez es músico, autor, compositor y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). El costarricense, que es una de las personas que está trabajando en la organización del futuro Encuentro de Escritores por la Tierra en marzo de 2016 en su país, nos ha enviado un precioso texto en el que reivindica el arte, y especialmente la música, como “la fuerza más sublime e implacable en las posibilidades humanas”.
’Arte verdadero y música verdadera’
Es un hecho que una sociedad que se resquebraja desde sus entrañas, que se empeña en la exaltación de lo trivial y lo frívolo, no refleja más que los resultados de la enajenación de sus individuos, no es necesario describir lo evidente cuando ya inclusive hay quienes asumen que eso es lo “normal”.
Impera el desdén y la indiferencia y peor aún el antivalor del desenfreno personal por encima de la vida del prójimo. Bueno, no todo es así, existe una esperanza, llena de valores, capaz de cambiar y moldear el curso de los pueblos, se llama… ¡el Arte!
Arraigado en lo más íntimo y profundo del espíritu humano, El Arte verdadero y fidedigno llega a ser la fuerza más sublime e implacable en las posibilidades humanas, capaz de superar inclusive las barreras de la desinformación y de la conspiración mediática. El Arte verdadero es el pavor de los dominadores pues una vez encendida su llama puede extenderse hasta los rincones del mundo casi como por un extraño instinto y es imparable. Es el lenguaje del espíritu y es universal.
¡Todo ser humano puede sentir el Arte en sus entrañas y puede entenderlo! Cada uno a su manera, pero con un efecto infalible. El Arte une. Y como un gran sensibilizador masivo hay un arte que da un efecto sublime inmediato en las personas y las sintoniza en unidad: la música. Por eso es necesario llenar de música todas las mentes, almas y corazones, para que un día nuestra sociedad pueda erguirse airosamente ante la iniquidad y la inconciencia.
Niños, adolescentes, adultos, ancianos, deben practicar en sus vidas el Arte verdadero y la Música verdadera, lo que realmente está en el alma y el espíritu humano. No es necesario hacer poses, ni idolatrar nada, solamente hay que sentirlo con sinceridad. Y tal vez así, un día nuestra humanidad comience a tornar la abominación de la violencia y el crimen por la armonía y la paz.
Marco Rodríguez
