Como es habitual, el presidente e impulsor de Mare Terra Fundació Mediterrània y de la Red Internacional de Escritores por la Tierra, Ángel Juárez, pronunció un discurso que sirvió para dar el pistoletazo de salida a la ceremonia de los XXI Premios Ones Mediterrània, que tuvo lugar el pasado viernes por la noche. Muchas personas felicitaron a Juárez por el discurso, que fue muy aplaudido. Si no pudisteis escucharlo en directo, no os preocupéis, ya que podéis leerlo a continuación:
Gracias por estar aquí un año más y dar vuestro apoyo a Mare Terra Fundació Mediterrània y a los Premios Ones Mediterrània. Cuando miro hacia atrás, me cuesta creer que ya llevemos 21 ediciones.
21 ediciones de Premis, 300 personas, entidades y colectivos premiados, y más de 6.000 personas han asistido como púbico. Esto es una noche para disfrutarla y pasarlo bien.
PERO TAMBIÉN ES UNA NOCHE PARA PENSAR Y MEDITAR
Por eso, os pido que me dejéis lanzar al aire una pequeña reflexión. Ante las catástrofes mundiales, la reacción de la mayoría de la humanidad es compartirlo en su muro de Facebook. Nos estamos insensibilizando: una semana después de la tragedia del Nepal o los náufragos de Lampedusa ya no nos acordamos de lo sucedido.
Me cuesta entender por qué la humanidad se ha vuelto tan insolidaria con su propia especie. Nos maltratamos los unos a los otros y la vida del ser humano cada vez tiene menos valor. ¿Dónde está la misericordia?
La gran epidemia de nuestro tiempo es el conformismo. Pensamos que la solución a los problemas del mundo es demasiado compleja y ni siquiera lo intentamos. Yo estoy harto y quiero rebelarme contra el inconformismo.
Son varias las medidas que se deberían adoptar, pero para empezar os citaré tres que para mí son muy importantes. LA PRIMERA, ¿qué tal si todas las religiones se unieran o llegaran a un acuerdo serio en dos puntos clave? Uno, el amor por todos los seres vivos que existimos, y por supuesto, el amor también por el planeta.
EN SEGUNDO LUGAR, hay cosas y temas que están por encima de fronteras y límites, como son los derechos humanos y la conservación del medio ambiente para garantizar el proceso natural. Habría que crear un Tribunal Internacional de Derechos Humanos y Medio Ambiente fuerte y con poder ejecutivo que nos garantice estos temas tan importantes.
Y POR ÚLTIMO, es muy importante que la ONU se centre prioritariamente y de una vez por todas en erradicar el hambre en la Tierra, y que no cese mientras exista un solo niño que no tenga nada para comer.
Sé lo que estáis pensando: que vivo en un mundo de fantasía y que soy un utópico por pensar que todo esto puede ser real. Quizás tengáis razón, pero no quiero que me pase como a otros compañeros de batallas, que a causa de los golpes recibidos se han acabado insensibilizando.
Creo que ser utópico es hoy en día una responsabilidad. Si en su momento algunas personas no hubiesen creído que podían hacer que lo imposible fuera posible, hoy no viviríamos en el mundo que vivimos. Todas las personas que esta noche galardonaremos han sido utópicos.
-DIANA NAMMI, fue utópica al pensar que podía luchar por los derechos de la mujer en los países más misóginos del mundo.
-EL PADRE ÁNGEL, fue utópico al pensar que podía convertirse en el padre que necesitaban miles y miles de niños pobres.
-MARCEL METTELSIEFEN, fue utópico al pensar que podía mostrar al mundo la realidad de los conflictos en los países árabes.
-LUIS GONZALO SEGURA, fue utópico al pensar que podía rebelarse contra una institución tan poderosa como el Ejército.
-MANU SAN FÉLIX, fue utópico al pensar que podía dedicar su vida a la protección del mar y de los océanos.
-GUILLERMO ANDERSON, fue utópico al pensar que podía recuperar la música tradicional hondureña que estaba quedando en el olvido.
-JOSEP LLUÍS DOMINGO, fue utópico al pensar que con su trabajo podía convertirse en uno de los científicos más citados del mundo.
-EL AYUNTAMIENTO DE JUZBADO Y LA FUNDACIÓN TORMES, fueron utópicos al pensar que podían ayudar a proteger el medio ambiente mientras fomentaban la cultura en un pueblo.
-PIUS FONT I QUER, fue utópico al pensar que podría escribir un libro que revolucionase el campo de la botánica.
Y GERARD DESCARREGA, fue utópico al pensar que podía ser uno de los mejores atletas paralímpicos del mundo en su especialidad.
¿PERO SABEN QUÉ? EL TAMBIÉN LO CONSIGUIÓ, COMO EL RESTO DE LOS PREMIADOS
Todas las personas a las que hoy reconocemos con un Premio Ones tienen algo en común: la determinación por conseguir sus sueños, la valentía de enfrentarse a escollos aparentemente insalvables, la fuerza mental de aceptar retos que parecían imposibles.
Creo que una de las lecciones que tenemos que aprender esta noche es precisamente esta: no hay que tener miedo a la utopía. Lo que debe darnos miedo es que nuestra sociedad y nuestros políticos se atemoricen y no sean capaces de afrontar los graves problemas que tenemos.
No quiero ser un soñador, pero tampoco un conformista. No quiero ser utópico, pero tampoco pecar de poca ambición. Prefiero intentarlo y fracasar que quedarme sentado en el sofá. Prefiero que me acusen de utópico antes que de cobarde.
Antes he hecho tres propuestas para mejorar el mundo. Pueden parecer irrealizables, pero yo, sinceramente, creo que podemos conseguirlo. Creo que es un buen momento para recordar la letra de una de mis canciones favoritas: “Imagine” de John Lennon: “Dirán que soy un soñador. Pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros”.
Me parecen unas palabras muy sabias. Viendo todo lo que han conseguido los 10 galardonados de los Premios Ones de esta noche… ¿no creéis que merece la pena que intentemos cumplir nuestros sueños?
Muchas gracias a todos y espero que disfrutéis de la velada.
Ángel Juárez Almendros. Presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània y de la Red Internacional de Escritores por la Tierra
