César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy nos vuelve a hablar sobre la cuestión que más horas le quita de sueño, el cambio climático, y más concretamente de su participación en la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Katowice (es la segunda parte de la crónica. Aquí podéis leer la primera).
‘Más caliente que el calientamiento global’
Como se los prometí hace algunas semanas desde Polonia, cuando me encontraba participando de la Cumbre Mundial de Cambio Climático, hoy a un mes de este conclave, puedo escribir con mucha objetividad la parte 2 de mi artículo dedicado completamente a este tema. Quise dejar pasar algún tiempo para realizar con tranquilidad las valoraciones finales sobre la COP 24 de Katowice, porque quería descontaminarme de las emociones propias de un viaje que resulto toda una aventura en las frías tierras de Nicolás Copérnico, famoso astrónomo que descubrió que la Tierra gira alrededor del sol y no al revés como se creía en el siglo XV, tierras también del ilustre Karol Jozef Wojtyla (Papa, Juan Pablo Segundo) pero contrario a lo que prematuramente pensé, que tras las temperaturas de -10 grados Celsius que soportaba en Polonia, regresaría muy frio a mi país de origen (Honduras) sucedió todo lo contrario, regrese más caliente que el fenómeno mismo que nos afecta, ya que lo sucedido en la Cumbre Mundial del Cambio Climático es para rabiar, irritarse, indignarse y lo peor la sensación de impotencia que sigue recorriendo mis venas.
Informe contundente vs irresponsabilidad
Ustedes se estarán preguntando ¿a qué se debe tanta irritación del escritor de este artículo? pues les respondo así; en el año 2015 estuve presente en Paris en la Cumbre Mundial número 21, que se catalogó de histórica porque se logró un acuerdo global para enfrentar y luchar contra el Calentamiento Global, cuya consecuencia directa es el Cambio Climático y que representa impactos apocalípticos para todos los que habitamos este planeta. Pues a este Acuerdo Global, se le denomino el “Acuerdo de Paris”, mismo que fue firmado y ratificado en 2016 por todos los países incluyendo Estados Unidos, que en ese entonces a través de su presidente Barack Obama prometió movilizar 100 mil millones de dólares para luchar contra este fenómeno y al final solamente movió un mil millones dividido en dos partes, luego asumió el poder míster Donald Trump y este como no puede por cuestiones legales renunciar al Acuerdo de Paris, hace lo imposible por boicotearlo en favor de las transnacionales del petróleo, carbón y gas. Resulta que en el 2015 durante esa cumbre, se le encargo al Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU, (conocido por su acrónimo en inglés como el IPCC) un informe de alto nivel sobre las reales condiciones de nuestro planeta referente al Calentamiento Global y el Cambio Climático, la comunidad científica inicio entonces su trabajo que duro 3 agotadores largos años, tiempo en el que realizo todo tipo de estudios de la atmosfera, los océanos y la superficie terrestre, así con el respaldo de 6,500 estudios científicos el panel de expertos compareció en la Cumbre de Katowice, Polonia, presentando un alarmante informe indicando que los esfuerzos realizados hasta ahora no están teniendo el efecto deseado y se necesita elevar las responsabilidades de todos los países para frenar el acelerado calentamiento de la Tierra, sentenciando que si a 2030 no se logran mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad y a 2050 a cero, no se lograra el objetivo trazado en el Acuerdo de Paris de evitar que nuestro planeta se caliente por encima del 1,5 grados respecto a la era pre-industrial. Ante tal exposición todos los presentes nos quedamos aterrados, con una mueca facial de entera preocupación y con la agravante del anuncio de la Organización Meteorológica Mundial que revela que el año que recién concluimos el 2018, ha sido uno de los más cálidos de la historia, además de estudios científicos adicionales que informan sobre la perdida por millones de toneladas del hielo de todos los glaciares, el calentamiento acelerado de los océanos, la fuerza de las olas y la elevación de los niveles de acidez y contaminación que ponen en precario la vida marina. No se me olvidara el momento en el que el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial Petteri Taalas, expreso una frase que me hizo entender el nivel de preocupación de la comunidad científica; ¡tenemos que ayudar a prepararse cuanto antes a los países en desarrollo de cara a lo que se viene, todos seremos impactados, pero los más vulnerables serán los primeros! Más claro no pudo hablar la comunidad científica, sin embargo esta información contundente, incontestable, no calo en los oídos de los sordos por conveniencia y los representantes de Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita y Kuwait, los señores dueños de los contaminantes combustibles fósiles, no aceptaron este informe científico y con un descaro pasmoso, pidieron que se flexibilice este informe, en otras palabras quieren que la ciencia se adapte a su necedad de seguir explotando el petróleo de forma desenfrenada para incrementar sus reservas de petrodólares a costa de lo que sea, llevándose por enfrente a la ciencia y cuales Dioses, decidiendo por la vida de los más de 7 mil millones de seres humanos que habitamos esta casa común, en buen español, no quieren frenar sus dañinas emisiones de gases, entonces ¿cómo no indignarse ante tal situación? es que acaso no se dan cuenta que cualquier reserva de petrodólares no será suficiente para reparar el daño que se le está haciendo a nuestro planeta ¿se llevaran a la boca sus hijos y sus nietos este papel sobrevalorado el día que todos nuestros recursos naturales hayan expirado?
Lo positivo de la COP 24
Quedaron muchos temas reservados para la COP 25 a celebrarse en Chile este año, pero algo importante que podemos rescatar de la cumbre 24, es que se logró cumplir con el segundo objetivo trazado, que era elaborar el RULEBOOK o libro de reglas, que servirá como un instrumento valioso para poner en marcha el articulado del Acuerdo de Paris y sus principales temas, la adaptación, mitigación, inventario de emisiones, financiación, reporte de donaciones y transparencia. En estos temas, todos los países estuvieron de acuerdo, incluyendo los negociadores de Estados Unidos que juegan con doble cara, por un lado parecen apoyar los esfuerzos climáticos, pero cuando sienten el mínimo rose a sus intereses económicos, contradicen hasta a sus propios científicos.
El Acuerdo de Paris debe funcionar rigurosamente al 100% si o si, no tenemos otra opción, se agotó el tiempo para las dudas, el daño generado en varios lugares es ya irreversible, imagínese usted que 17 de los 18 años más cálidos de la historia se han producido desde el año 2000 hasta la fecha y todo por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y en este momento suman ya 800 millones de personas del total de la población mundial, las más vulnerables al Cambio Climático y los números no dan tregua, siguen aumentando, por lo que las palabras están demás, pasemos a la acción climática ahoraaaa.
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César Quintanilla