Verde rebelde controlando el agua de lluvia,
explorando caracoles temibles,
buscando telarañas sin pegante,
un buen día de extravío, preguntando por amores y ausencias,
evitando lunas llenas, trabajando en la colmena emocional.
Verde rebelde caminado al desierto,
encontrando hierbas ácidas,
descubriendo colores interestelares.
Extraña noche de lluvia,
indagando por los poemas perdidos
y los fantasmas traicioneros.
Verde rebelde mi cuaderno de recetas,
que sugiere nuevas ilusiones,
que anhela compañías gratas,
que evita la sensatez del fracaso.
En mi cuaderno verde rebelde
me invito a bailar frente al espejo,
como lo hacía antes.