Para mi madre
De manifiestos
Nos dice el diccionario que un manifiesto significa – abro comillas-un “escrito en que se hace pública declaración de doctrinas, propósitos o programas”. Subrayo “propósitos” porque manifiesto también puede significar una “exposición del Santísimo Sacramento a la adoración de los fieles” y algunos pueden pensar, por tanto, que los manifiestos van a misa.
Dejemos el diccionario, el academicismo, los tecnicismos y el ponernos estupendos. Para mí, un manifiesto es una declaración consensuada de un colectivo, no de una persona. Yo, como Ángel, puedo opinar sobre todo y ser más o menos rotundo y claro. Eso sería una declaración. Pero si en vez de Ángel, opina un colectivo con varias personas y sensibilidades, es de cajón que deberán consensuar lo que dicen. Y si en vez de varias personas, son más de un centenar de organismos, pues todavía es más de cajón que debe englobar todas las sensibilidades y reflejar la diversidad de esa comunidad. Pero como todo en este mundo, para gustos, colores y por mucho consenso que haya, también habrá críticas y quejas. Qué le vamos a hacer, así es la vida.
La junta directiva de la CET ha aprobado un manifiesto sobre los hechos que suceden en Catalunya en estos últimos tiempos porque creemos que la sociedad civil tiene que mojarse. Creemos que la ciudadanía no es un ser pasivo que debe conformarse con ser un invitado de piedra, el saco de todos los golpes o la cartera que acaba pagando la fiesta de algunos.
Para aprobar ese manifiesto, párrafo por párrafo, ya se tuvo en cuenta la diversidad que representamos e intentamos buscar los puntos de acuerdo: a nadie, pensamos firmemente, le gustan los daño; el diálogo es una salida mejor que la violencia y todos queremos una sociedad más justa, más próspera, más equilibrada y más concienciada. Vaya, supongo.
No me ha sorprendido que el manifiesto, titulado “La CET hace un llamamiento a desescalar la tensión” haya suscitado muchísimas reacciones. Es un tema tan candente que muchos temen posicionarse, se autocensuran para no agitar ningún avispero.
Debo decir, como Ángel, que agradezco que la mayoría hayan sido positivas. Al fin y al cabo, reclamamos cordura y altura de miras para reconducir una situación a la que nunca debería haberse llegado y eso, no es difícil de compartir. A los que no les ha gustado, pues también están en su derecho, pero me gustaría, humildemente lo digo, que propusieran algo como ha hecho la Coordinadora que presido. Los manifiestos, como las críticas, no van a misa.
También me gustaría –y esta declaración hace suya el manifiesto de la CET- que toda esa energía desatada para forjar una república se pusiera al servicio de la lucha social, con o sin república. Y es que frentes para luchar con todas nuestras fuerzas hay muchos, como pueden confirmar, tristemente, las familias de los 4.500 dependientes fallecidos sin que jamás les llegara la tan prometida ayuda.
Finalizo diciendo que también me gustaría que se acabara ya con tanto miedo a decir las cosas por su nombre, a tomar partido, a mostrar un posicionamiento. La autocensura solo conduce a la mediocridad por falta de aire fresco en las ideas, pero eso ya merece otro artículo.
Ángel Juárez Almendros
Presidente
Red Internacional de Escritores por la Tierra
Mare Terra Fundació Mediterrània
Coordinadora d’Entitats de Tarragona
Manifiesto de la CET a favor de desescalar la tensión en Catalunya
La junta directiva de la CET, ante los graves acontecimientos que vive Catalunya y el retroceso de derechos civiles, aprobó ayer por unanimidad el siguiente manifiesto:
“La Coordinadora de Entidades de Tarragona, como movimiento vecinal y de la sociedad civil que aglutina más de un centenar de entidades del tejido social, hace un llamamiento a los electos, los agentes socioeconómicos, a la ciudadanía y muy especialmente a los partidos políticos para que ayuden a desescalar la tensión y favorecer el diálogo y la búsqueda de soluciones.
LA CET reclama a los gobernantes que estén a la altura de las circunstancias y no repitan actitudes que fortalecen la tensión.
También insta a todos los partidos políticos a actuar a favor de la convivencia en lugar de hacer declaraciones incendiarias, encerrarse en una burbuja o ponerse de lado. Los políticos deben hacer política y, si no quieren, no pueden o no saben, deben dimitir y dejar paso a otras personas con más voluntad.
En cuanto a los disturbios sufridos estos últimos días en Catalunya y también en Tarragona, son de tal complejidad y diversidad que la CET no puede entrar en el fondo de la cuestión hasta que no haya la perspectiva suficiente para interpretar la situación.
Con todo, la CET reclama que las protestas no conlleven daños personales e insta a los manifestantes a volver a la vía pacífica, al tiempo que reclama a todas las fuerzas de seguridad el cumplimiento escrupuloso del protocolo de contención de multitudes y evite abusos como los que se han visto y han recogido medios internacionales estos días.
La CET también muestra su preocupación por el retroceso de derechos públicos que han costado muchos años de lucha conseguir, como el derecho de manifestación, de reunión y de expresión y considera que hay que modernizar el Código Penal.
La CET entiende la frustración de muchos jóvenes que salen a la calle estos días, pero no que la canalicen con disturbios y destrozos.
Finalmente, anima a todos a reivindicar y protestar pacíficamente, también, por la justicia social, la sanidad pública, una educación pública de calidad y, en definitiva, a mejorar juntos la sociedad, ahora demasiado llena de desigualdades e injusticias.
Tarragona, a 22 de octubre del 2019″.
Memento a tormento
En las entrañas recónditas de la tierra,
yo te quisiera disoluta pena,
perniciosa danzando en mi sangre,
insulsa a toda dicha, hilaridad
que tú disgregas sin duelo,
en la afrenta, disuasión es férvida,
pertinaz reto, desconsuelo,
en mi endeble vida,
perdido por tu breñoso suelo,
Disociarte de tus lances , es pérdida
de un tiempo que no me pertenece,
sólo a mi sino , si te insufla sentimientos ,
disuadiéndote de mi te alejes,
por otros senderos, en tu detrimento,
donde tu veneno, se vuelvan mieles,
y el viento te sea memento,
sofión de almas , vistosa corona,
y mi persona , al fin , cual rosa florida,
camine en donosura y contento,
baldía de ti, que me llevas por cautiva,
pena aflorada de impío momento
La miembro de la RIET Ana Arias Saavedra es pintora plástica,poeta,dramaturgo,escritora,fotógrafa y articulista. Este poema lo publicó en su página web.
Ya asoma el desastre
“No nos queda tiempo”, decía en mi último artículo de opinión, pero no pensaba que fuera tan poco. El ejemplo del Mar Menor, con peces boqueando en busca de un oxígeno que ya no tienen por culpa de la mano del hombre, es el espejo que nos muestra que mundo más horripilante nos espera si no hacemos algo ya mismo.
Las administraciones han mirado hacia otro lado demasiado tiempo y ya no vale cerrar los ojos. El desastre ecológico de esta laguna de Murcia es la historia de un disparate consentido y alentado que ha relatado un artículo de La Verdad. Causa desazón leer que en 1987, el Gobierno autonómico aprobó una ley pionera para proteger este ecosistema singular, pero nada más nacer, el PP, capitaneado por el exministro Federico Trillo, la denunció al Tribunal Constitucional. “Como telón de fondo estaban las pérdidas que podían sufrir los insaciables promotores de la zona y la industria del hormigonado en general”, narra la noticia. La Ley marcaba ya algunas medidas que se proponen hoy en un plan de choque para salvar la laguna, si es que tiene salvación. Total, solo ha pasado 32 años desprotegida, expoliada, envenenada, intoxicada, sentenciada y ahora, de esos polvos, estos lodos.
Trillo perdió la causa, pero en el 2001, el PP dio el golpe de gracia sacando una Ley del suelo a la que el Mar Menor tenía que adaptarse. Daba igual que pisoteara el Convenio de Ramsar sobre humedales y varias figuras de protección de aves y ecosistemas de la Unión Europea. Una vez más, lo que mandaba era el beneficio económico, aún a costa de hipotecar el futuro.
A todo esto, proliferaron las desaladoras ilegales para regar los campos, algunas tan ocultas que parecen instalaciones de narcotraficantes en vez de agrícolas y una tupida red de tubos y pozos ilegales han explotado los acuíferos sin dar ni un respiro.
La excusa es que nunca llegó el trasvase Tajo-Segura, otro argumento que clama al cielo. Si son tierras de secano, ¿se puede saber por qué se ha estimulado esta economía de regadío? ¿Acaso alguna mente preclara cree que convertirá las piedras en agua como si fuera un mesías haciendo el milagro del agua y el vino?
El desastre del Mar Menor puede hacernos abrir los ojos de una vez por todas y tomar medidas, que deberán ser drásticas o no estaremos a tiempo.
Algunos nos acordamos de cuando se instaló la industria petroquímica y secó todos los pozos de Tarragona. Agua de boca para la gran industria que ahora, 40 años después, sigue así. Tan solo se ha avanzado en usar agua de las depuradoras urbanas de Tarragona y Vila-seca-Salou, que suponen una pequeña parte de agua reutilizada de todo un gran caudal de agua de boca. El mini trasvase del Ebro ha sido un impulso para nuestro territorio, pero también aquí hago la misma reflexión: ¿Por qué hacemos una economía basada en el agua si somos zona de secano? ¿Por qué seguimos bombeando agua del río Ebro si los acuíferos ya están regenerados? ¿Por qué, a todo esto, pagamos el agua mucho más cara?
Podemos hablar de muchos y muchos ejemplos de la gestión del agua en Tarragona, pero eso ya será tema de otro artículo. Mientras tanto, el reloj sigue corriendo hacia el desastre.
Ángel Juárez
Presidente
Red de Escritores por la Tierra
Mare Terra Fundació Mediterrània
Coordinadora d’Entitats de Tarragona