La fiebre derrite el paisaje
Los girasoles no siguen al sol esa silueta
El trigal que conoce la ternura de una bala se ha espantado
El cielo no tolera más dioses que el azul
azul enrojecido de la cólera
azul donde los niños duelen
azul de un misionero evangelista dormido en los caminos
esperando el viento veloz que lo empuje al lienzo tembloroso
más allá de la desolada geografía del olvido
y la soledad es un viejo puerto adonde nunca irían los viajeros
árbol virgen de pájaros
paisaje taciturno y tosco encima de la vida
que posee mulos muy finos y anda a pie
Los pañuelos Vincent se pudren sin ondear
también el viento muere
Y el saludo semejante a una oreja huérfana como un ramo de flores
Me voy a tomar lecciones gratuitas en la gran universidad de la miseria
pero ella era tan amplia
pero ella era la gloria
pero ella
Y el polvo fue dios
El poeta cubano Alex Pausides, miembro de la RIET, publicó aquí este maravilloso poema que recogemos hoy