Ayer conocíamos la triste noticia de la muerte de Ernesto Cardenal, sacerdote, poeta y revolucionario, y actual Presidente Honorífico de la RIET. Por este motivo, aprovechamos la situación para hacer honor a su memoria recordando su trayectoria profesional y personal.
Ernesto Cardenal Martínez nació en enero de 1925 en una de las familias más respetables y asentadas de su país, Nicaragua. En su infancia, su casa fue “La Casa de los Leones” una destacada mansión en la Ciudad de Granada. El poeta comparaba asimilaba su infancia a la de Rubén Darío: “Decía que él era un niño devoto que se confesaba todos los sábados en la iglesia de San Francisco. Yo me confesaba también todos los sábados en la iglesia de San Francisco, que estaba al lado de mi casa”.
Entre 1942 y 1946 residió en México, estudiando filosofía y letras en la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus estudios siguieron en Nueva York y por el mundo, viajando por España, Suiza e Italia.
Sacerdote y Solentiname
En 1950, Ernesto Cardenal volvía a Nicaragua, donde ya había una situación política complicada. El sacerdote participó en la Revolución de Abril de 1954, contra Anastasio Somoza García. Pero el golpe de estado falló, terminando con la muerte de muchos compañeros y amigos.
En 1957 Ernesto Cardenal decidió entrar en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky, Estados Unidos), donde conoció al monje escritor norteamericano Thomas Merton, quien era maestro de novicios. Al año de que este muriera accidentalmente en Bangkok, Cardenal escribió sobre esa pérdida: “Su muerte es la pena mayor que he tenido en mi vida religiosa (o en mi vida toda). Él era para mí un padre. Espiritualmente hablando”.
Ernesto Cardenal estudió teología en México y más tarde, en 1965, fue ordenado sacerdote en Managua. Después de esto, Cardenal fundó la mundialmente famosa comunidad de pescadores y artistas primitivistas en Solentiname, una ciudad muy importante en su vida, a la cual también le dedicó la obra “El Evangelio de Solentiname”.
En esta misma ciudad se cultivó su amistad con Ángel Juárez, presidente de la Mare Terra Fundació Mediterrània y de la Red Internacional de Escritores.
Comunidad fundada por Ernesto Cardenal en Solentiname
El Ernesto más político
Ernesto Cardenal siempre fue partidario de una “revolución desprovista de venganza”. El poeta colaboró estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional en la lucha contra el régimen de Somoza y fue nombrado ministro de Cultura el mismo día de la victoria de la Revolución Nicaragüense, 19 de julio de 1979. Ocupó este cargo hasta 1987, año en el que el ministerio se cerró por razones económicas.
En 1980, Cardenal recibió el destacado Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán.
Cardenal “Mi fe es Cristo, no el Vaticano”
Poco después, en 1983, Ernesto Cardenal hacía historia visibilizando la inflexibilidad del Vaticano. El 4 de marzo de ese año, Juan Pablo II llegaba a Nicaragua. El entonces ministro de Cultura, Ernesto Cardenal, lo recibió arrodillado ante las cámaras de televisión de todo el mundo. El papa recriminó a Cardenal que propagara doctrinas apóstatas y formara parte del gobierno sandinista.
Cardenal recibe arrodillado al Papa Juan Pablo II en 1983
El 4 de febrero de 1984, en el marco de la Guerra Fría, el papa Juan Pablo II suspendió a divinis del ejercicio del sacerdocio a los sacerdotes Ernesto Cardenal debido a su adscripción a la teología de la liberación.
Treinta años después, con la llegada de Francisco al Vaticano y su idea de Iglesia pobre y para los pobres volvió a acercar al teólogo a la cúpula vaticana, y el nuevo papa le levantó su “castigo”.
Cardenal siempre crítico y fiel a sus principios
Cardenal abandonó el Frente Sandinista de la Liberación Nacional en 1994, en protesta contra la dirección de Daniel Ortega, y más tarde dio su apoyo moral al Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y a la Alianza Partido MRS durante las elecciones de 2006, al igual que otros destacados literatos nicaragüenses como Gioconda Belli y Sergio Ramírez Mercado, fundador del MRS.
En 2007, después del regreso al poder de Daniel Ortega, Cardenal se convirtió en uno de los máximos opositores del gobierno. De hecho, los últimos meses del poeta estuvieron marcados por una creciente persecución y una brutal represión.
Hace justo un año, el sacerdote trapense exigió la salida de Ortega y de su mujer, Rosario Murillo. “Queremos simplemente que la pareja presidencial se vaya, no hay nada que dialogar (…). Ellos deberían saber lo que está pasando sin que yo se los diga. No tengo libertad para decirlo, no hay libertad de ninguna clase. Cualquiera puede sufrir la represión. Ni yo estaría libre tampoco”.
Sin embargo, al conocerse el fallecimiento del poeta, el Gobierno ha decretado tres días de duelo nacional, calificando a Cardenal de “gloria y orgullo” de Nicaragua.
Un poeta revolucionario reconocido mundialmente
En mayo de 2005 fue nominado al Premio Nobel de Literatura, que no recibió. Dos meses más tarde, participó en la inauguración de Telesur, junto a personalidades como Danny Glover, Eduardo Galeano, Pino Solanas y Adolfo Pérez Esquivel.
Ese mismo año recibió, como presidente de la Asociación para el desarrollo de Solentiname, el Reconocimiento Internacional Foca Mediterránea, distinción otorgada por la Fundación Mare Terra Mediterrània y la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), de la cual era, hasta día de hoy, el presidente honorífico. Recibió este premio “en reconocimiento a su trayectoria personal, su compromiso personal en los conflictos de su país, Nicaragua, su extensa obra literaria y especialmente su dedicación al archipiélago de Solentiname con lo que nos ha mostrado ser una persona comprometida con su tierra y con su gente”.
Ernesto Cardenal junto a su amigo y compañero, Ángel Juárez
El 27 de julio de 2009 recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda de manos de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. En abril de 2010, fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua12 y dos años más tarde fue distinguido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (XXI edición).
El 17 de febrero de 2019 se dio a conocer una carta del papa Francisco a Ernesto Cardenal informándole del levantamiento de la suspensión a divinis impuesta por Juan Pablo II en 1984. Horas antes, el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, hizo pública una fotografía arrodillado ante la cama de Ernesto Cardenal en el hospital donde está ingresado por insuficiencia renal, explicando que el obispo había pedido a Ernesto Cardenal su bendición como sacerdote de la Iglesia Católica, a lo cual él accedió.