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5 poemas de Rosalía de Castro para recordar

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El 24 de febrero de 1837 nacía Rosalía de Castro, referente de la poesía y la escritura española y gallega del siglo XIX. También considerada una referente del feminismo de su época, Rosalía de Castro se convirtió en una de las más importantes de representantes del Rexurdimento gallego.

Rosalía de Castro destacó sobretodo en el campo de la poesía, con sus obras Cantares gallegos, Follas novas y En las orillas del Sar, las cuales forman parte ya de las grandes bibliografías de la literatura española. Es por esto que, en el aniversario de su nacimiento, la queremos homenajear con algunos de sus poemas más históricos.

Poemas de Rosalía de Castro para recordar

Dicen que no hablan las plantas

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,

Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,

Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,

De mí murmuran y exclaman:

—Ahí va la loca soñando

Con la eterna primavera de la vida y de los campos,

Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,

Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

 

Yo no sé lo que busco eternamente…

Yo no sé lo que busco eternamente
en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco; pero es algo
que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte
en la tierra, en el aire, ni en el cielo,
¡aun cuando sé que existes
y no eres vano sueño!

 

Soledad

Un manso río, una vereda estrecha,
un campo solitario y un pinar,
y el viejo puente rústico y sencillo
completando tan grata soledad.

¿Qué es soledad? Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Por eso hoy, hartos de belleza, encuentras
el puente, el río y el pinar desiertos.

No son nube ni flor los que enamoran;
eres tú, corazón, triste o dichoso,
ya del dolor y del placer el árbitro,
quien seca el mar y hace habitable el polo.

 

Te amo… ¿Por qué me odias?…

–Te amo… ¿Por qué me odias?
–Te odio… ¿Por qué me amas?
Secreto es éste el más triste
y misterioso del alma.

Mas ello es verdad… ¡Verdad
dura y atormentadora!
–Me odias porque te amo;
te amo porque me odias.

 

Un recuerdo

Calló la voz de melodía tanta

y la dicha durmió;

y al nuevo resplandor que se levanta

lo pasado murió.

Hoy sólo el llanto a mis dolores queda,

sueños de amor de corazón, dormid:

¡Dicha sin fin que a mi existir se niegan

gloria y placer y venturanza huid!

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