El 7 de septiembre es el día de nuestra “Independencia”. Desde que fue ocupado por las potencias extranjeras, Brasil fue una colonia, fundada en el cruel trabajo esclavo; aquí se creó la Empresa Brasil al servicio de los colonizadores.
El Estado no surgió como fruto de un contrato social con la población. Vino de afuera, impuesto de arriba abajo. Su función era abastecer de bienes naturales a las potencias dominadoras. Eso continúa hasta hoy, porque lo que exportamos son commodities: soja, maíz frutas, minerales y otros bienes naturales en la misma lógica de la colonia.
Brasil fue mantenido siempre dependiente, socio menor del gran negocio mundial. Dado este hecho, debemos pensar qué tipo de Independencia tenemos y qué Independencia buscamos.
Nuestro desafío es romper con la dependencia y hacer todo el esfuerzo para “refundar” Brasil.
En este sentido, después de años de discusión con las bases y con Darcy Ribeiro escribí este libro Brasil: concluir la refundación o prolongar la dependencia (Vozes 2018).
En las bellas palabras del científico político Luiz Gonzaga de Souza Lima, recién fallecido, que pensó toda su vida sobre “La refundación de Brasil: rumbo a una sociedad biocentrada” (2011): “Refundar es construir una organización social que busque y promueva la felicidad, la alegría, la solidaridad y el bien común, el vínculo y el compromiso con la vida de todos”.
Al refundarse, Brasil deja atrás las amarras que lo mantienen dependiente de aquellas potencias que están llevando a la humanidad hacia el abismo.
Aquí podemos escapar de este peligro y hacer un ensayo nuevo de civilización, en la jovialidad de vivir todos juntos en la Casa Común. Es nuestra gran utopía viable.
Leonardo Boff
Miembro del Comité Honorífico de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET)
Teólogo, escritor, filósofo y ecologista