El cirujano dentista, escritor y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Ernesto Sosa Rocha, quiere compartir con todos su último escrito, titulado ‘El Parque Ecológico Llantilandia’. El mexicano nos explica en estas líneas el problema existente en su ciudad, Mexicali, con los neumáticos abandonados, y también aporta una posible solución (y además, muy original). Os dejamos con el artículo.
‘El Parque Ecológico Llantilandia’
Cuando circulo pensativamente por las calles y avenidas de la ciudad de Mexicali (Baja California, México), mi enigmática ciudad, observo detenidamente la gran cantidad de llantas esparcidas por todos los rumbos de las diferentes comunidades que componen el municipio. Sin dejar de mencionar los ejidos del Valle de Mexicali que padecen el mismo problema de las llantas en desuso combinadas con basura, animales muertos y escombros en algunas ocasiones.
Al transitar por la carretera de Mexicali-San Luis Rio Colorado, también se aprecian molestamente los montones de neumáticos residuales por doquier. A veces, al contemplar un problema ambiental, en mi mente aparece por arte de magia una hipótesis a la solución de inmediato.
Macetas hechas a partir de llantas
Estoy enterado de que muchas de las llantas usadas que se recopilan en los vertederos, son transportadas a una cementera para el reciclaje de estas. La empresa Cemex lo que hace es colocarlas en hornos con más de mil grados de temperatura y esto evita que se genere la dioxina, humo contaminante que provocan las llantas. Las llantas se convierten en un elemento clave para la producción de cemento.
Inclusive en el 2011, la Secretaria de Protección al Ambiente en Mexicali, en un ‘Llantatlón’ recolectó más de 15.000 llantas en desuso que le hicieron llegar a Cemex, contribuyendo satisfactoriamente en la limpia de lotes baldíos, drenes, casas abandonadas, etc.
De llantas a sillas o mesas
Todo esto va a colación a partir de una idea que se me ocurrió para darle un uso adecuado al neumático residuo dentro de nuestra sociedad.
¿Se imaginan que en un lote amplio y bien ubicado se instale todo un complejo realizado a base de llantas en desuso llamado Parque Ecológico Llantilandia? Un lugar donde todos los juegos y figuras estén realizados con los neumáticos que algún día estuvieron arrumbados por algún lugar de la ciudad. Ahí mismo se hace el Museo de la Llanta, donde se pueden mostrar fotografías de la historia de ésta en el mundo y sus diferentes transformaciones a través de la historia.
Un gran neumático transformado en una piscina. ¿Por qué no?
Este lugar, aparte de ayudar a nuestro medio ambiente y servir como un medio ilustrativo, recreativo y educativo, ayudaría también a continuar recolectando las llantas abandonadas y recibir en el mismo lugar las de los usuarios donadores, en vez de tirarlas en la calle, como se suele realizar.
Tal vez un parque ecológico hecho a base de llantas usadas en todas las partes del mundo pueden crear más consciencia en la población sobre no arrojarlas y tener un poco mas de responsabilidad en llevarlas a un centro de acopio, por el bienestar de la humanidad.
Ernesto Sosa Rocha
