César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy, titulado ‘Pulmones en llamas’, nos habla de pirómanos e incendios y de la indignación que surge al ver arder los pulmones verdes que tanto necesitamos.
‘Pulmones en llamas’
Apenas está iniciando la temporada seca y la quema de bosques cabalga sin ningún freno, las noticias sobre incendios forestales se escuchan y se leen a diario en los medios de comunicación, algunos incendios son producidos de forma natural por las sequías y rayos, pero la mayoría son generados por la mano del hombre, pirómanos enfermos que gozan viendo como los frondosos bosques hondureños pulmones del planeta crujen de dolor ante las llamas inducidas por la mano criminal, los bomberos incluso se ven impotentes con sus cortas herramientas frente a voraces incendios como el suscitado en la montaña más alta de Honduras Celaque, hasta auxilio aéreo de la armada de los Estados Unidos tuvo que llegar para atacar por todos los frentes esta gigantesca y cara fogata producida por manos invisibles que se quedan sin castigo en la maldita impunidad, pese al daño incalculable causado a nuestro medio ambiente, daño a una flora y fauna que un día se pavoneó con su riqueza y ahora reducida a la pobreza.
En el 2016 el gorgojo descortezador se llevó más de medio millón de hectáreas de bosques dejando como consecuencias fuentes de agua dulce secas, especies animales muertas y otras sin hogar, suelos desertificados, mas la espantosa contaminación y parece una guerra de nunca acabar, estos episodios se repiten una y otra vez en todos los rincones del planeta, la naturaleza sufre bajo nuestras bestiales manos, nos gusta disfrutar y malgastar recursos a diestra y siniestra, pero no los protegemos, creemos que son eternos, que tienen obligatoriamente que renovarse y si alguna vez plantamos un árbol hasta con cierto descaro pensamos que le hacemos un favor a la Tierra. Así las cosas nuestros bosques se queman a diario ante la impavidez de una población mundial embrutecida por la política y el futbol, la mayoría de personas están más interesadas en saber sobre las últimas declaraciones ocurrentes de Donald Trump o si Messi y Cristiano anotaron gol y poco les importa que su futuro y el de las generaciones venideras este altamente comprometido.
En los últimos días se habla de planes maestros a favor del bosque, del agua y del suelo, pero esta por comprobarse si los encargados de ejecutarlos están realmente comprometidos con estos proyectos y convencidos del peligro en que se encuentran estos recursos naturales, espero con profunda esperanza que sea así y que por favor no se trate de un vulgar maquillaje para reclamar fondos internacionales. También espero que dentro de dichos planes maestros se tome en cuenta la educación como acción primaria para obtener el respaldo y apoyo de una sociedad civil en su mayoría ignorante del tema y por consiguiente apática a las políticas ambientales que se plantean, trabajemos fuerte con los niños y jóvenes porque ellos son los agentes que pueden propiciar el cambio, el adulto con pocas excepciones no cambiara sus irresponsables hábitos porque como dice el dicho “árbol que creció torcido nunca su rama endereza”.
Por favor déjenme soñar por un momento con un ejército mundial no militar utilizando las mejores tecnologías para prevenir incendios y reverdecer el planeta, por favor déjenme soñar con una población mundial que recicla, reduce y reúsa a favor de nuestros ya escasos recursos naturales, permítanme soñar con empresarios responsables que dicen no a la quema de combustibles fósiles para mover sus industrias y cambian en un 100 por ciento a la utilización de energías limpias producidas por el sol, el agua, el viento y la basura, finalmente les pido que me dejan soñar con un planeta renovado, con índices de cero pobreza con oportunidades y desarrollo sostenible para todos.
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César Quintanilla