César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy nos vuelve a hablar sobre la cuestión que más horas le quita de sueño, el cambio climático, en esta ocasión centrándose en la temporada de huracanes, que ha sido mucho más activa de lo que debería ser habitual.
‘Una temporada de huracanes extremadamente activa’
La temporada de huracanes 2017 oficialmente llegó a su final el pasado 30 de noviembre, el pronóstico de los diferentes organismos, universidades e instituciones de prestigio, apuntaron a que en la cuenca del Atlántico tendríamos una temporada cercana a la media, con 14 tormentas con nombre, 6 huracanes y 3 de ellos huracanes mayores. Pero al parecer los científicos al realizar sus predicciones se concentraron en los datos históricos y análisis del fenómeno del niño, sin tomar en cuenta que los mares del mundo en total ebullición por el Calentamiento Global iban a generar inesperados y monstruosos fenómenos destructivos que se ensañaron con diferentes territorios, dejando a países Caribeños devastados, en ruinas, con sus economías agonizando.
La inesperada temporada de huracanes 2017 en el Atlántico inició de forma anticipada y pese a que oficialmente es el 1 de junio que se pone en marcha la formación de ciclones, por tercer año consecutivo se formó un fenómeno fuera del rango de fecha establecido, en abril la tormenta tropical Arlene envió un claro aviso y dio paso a una extremadamente activa temporada de huracanes, que ha sido la más intensa de los últimos 12 años reportando un alto porcentaje en Energía Ciclónica Acumulada, mucha de esta energía concentrada en 2 poderosos huracanes categoría 5 que tocaron tierra, sus nombres Irma y María.
-Huracán Irma: alcanzó vientos máximos sostenidos de 295 km/h matando a 108 personas en Estados Unidos y las islas del Caribe, además de daños en infraestructura calculados en 118 mil millones de dólares. Irma fue el huracán más poderoso jamás registrado en el océano Atlántico fuera del Golfo de México y el Mar Caribe.
-Huracán María: este fue sin duda el huracán más fuerte de la temporada manteniéndose activo por 16 días, causó una devastación a gran escala en Puerto Rico dejando 55 muertos, desaparecidos y hasta la fecha los servicios básicos de agua, luz y telefonía de esta isla aún no se restablecen en su totalidad. Pero no conforme con estos terribles daños el poderoso huracán María se abrió paso afectando otras islas caribeñas y la costa este de los Estados Unidos, para sumar un total de 1,298 muertos y 106 mil millones de dólares en pérdidas entre otros daños, fue el quinto ciclón más potente que afecta el territorio estadounidense.
En Centroamérica los daños por afectación de ciclones tropicales no se hicieron esperar, centenares de muertos, desaparecidos, daños severos a los cultivos y a la débil infraestructura de nuestros países en desarrollo.
En total la extremadamente activa temporada de huracanes en el Atlántico 2017 reportó 19 depresiones tropicales, 17 de ellas alcanzaron la categoría de Tormenta Tropical, 10 huracanes y de estos 6 huracanes mayores. Un total de 14 ciclones ingresaron a tierra firme enlutando a miles de familias por la cantidad elevada de personas fallecidas, más los daños totales calculados en 208 mil millones de dólares, es sin duda la temporada de huracanes más costosa en el Atlántico. Como dato adicional podemos apuntar que el huracán Ophelia fue el ciclón de más alta categoría en acercarse a Europa.
Estos números escalofriantes se incrementarán cada año mientras los seres humanos no entendamos que hoy y siempre el cuidado de nuestro Medio Ambiente debe ser prioridad por encima de las desmedidas ambiciones. Es urgente actuar en mitigación y adaptación al Cambio Climático, ya no hay lugar para las dudas, preparativos y negociaciones de los fondos verdes del clima, hay que llevar todo a la práctica, hay que actuar, repito urge actuar.
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César Quintanilla