César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy nos vuelve a hablar sobre la cuestión que más horas le quita de sueño, el cambio climático, y lo relaciona con uno de los eventos más importantes que se celebran en el mundo como es el mundial de fútbol.
‘Hay que meter goles al cambio climático’
Por estos días las cosas más triviales se vuelven fundamentales, esto seguramente le suena a la letra de una conocida canción, aplicable a la ceguera humana que sigue primando temas sin importancia como el fútbol y la politiquería barata, por encima de la disponibilidad de agua, las sequías, inundaciones, la seguridad alimentaria y la vida misma en la Tierra. Lo anterior quedó en evidencia hace algunos días cuando un grupo de científicos dio a conocer una terrible noticia, que particularmente me causó un fuerte impacto y cuadruplicó mi preocupación sobre la tragedia ambiental que vivimos actualmente, los datos científicos revelados aseguran que solo en los últimos 6 años la Antártida debido al calentamiento global, perdió 241 mil millones de toneladas de hielo, lo que constituye un serio peligro para millones de personas que habitan en las zonas costeras alrededor del mundo, ya que este acelerado deshielo hizo crecer el nivel de los mares en 0.12 pulgadas.
Qué decir del ciclón tropical Mekunu que azoto recientemente con fuertes vientos y lluvias a Omán y Yemen, dejando en el desierto más grande y seco del planeta un sin número de pequeños lagos por la alta precipitación nunca antes vista, estas deberían ser las noticia más importantes, con portadas en todos los medios de comunicación, sin embargo sucede todo lo contrario, son noticias que pasan desapercibidas porque la atención del planeta y los generadores de opinión está centrada en la Copa Mundial de fútbol, en otras palabras el fútbol le dio una patada al Calentamiento Global y al Cambio Climático, estamos tan cegados por las campañas mediáticas a las que nos someten aquellos que se benefician económicamente de estos circos deportivos y no es que yo tenga algo en contra del fútbol, de hecho me gusta y ocasionalmente lo práctico, pero estoy claro que pese a ser un deporte apasionante, al final no deja de ser un juego, una distracción y vaya distracción, capaz de embrutecer al ser humano a tal grado, de anteponer un juego a su vida misma.
Y que decir de los tomadores de decisiones, seguramente a sus escritorios no llegó esta noticia y sus principales asesores les calentaron las orejas con temas políticos, lo que indica que seguiremos desperdiciando tiempo valioso, mientras los planes de adaptación y mitigación del calentamiento global y el cambio climático continuarán nada mas en discursos, en pequeñas iniciativas, esfuerzos dispersos y para colmo, con falta de financiamiento para realizar proyectos verdes que se deben ejecutar con suma urgencia.
Las dos caras
Por Dios Santo, ¿que necesitamos para despertar y abrir los ojos de una vez por todas? ¿qué estamos esperando señores para actuar? es irritante, desesperante y causa impotencia, la parsimonia y el desinterés con el que se aborda este importante tema, hay dos caras para tratar los problemas medioambientales, pues se dice en público que hay que frenar cuanto antes las emisiones de gases contaminantes, pero se extienden los contratos con las compañías transnacionales petroleras, en el discurso se habla de frenar la contaminación, pero se firman convenios de explotación minera, es común escuchar que se busca frenar la tala de los bosques y este producto incrementa su comercialización en el mundo entero, la doble moral y el descaro de nuestros “lideres” mundiales da pena, lo que realmente se busca es proteger y mover la pelota en favor de los intereses mezquinos particulares, no existe un verdadero compromiso y ante este escenario, no está lejos el día en que de forma definitiva nuestro hermoso planeta se quede sin recursos naturales que ofrecer para satisfacer los altos y desproporcionados consumos, pues la demanda de la población mundial es cada vez mayor y no hay tregua para las fuentes naturales que se agotan de forma acelerada.
Si tanto nos gusta el fútbol, unámonos para meterle muchos goles a nuestros verdaderos rivales, el calentamiento global y el cambio climático, porque este partido, el más importante de nuestras vidas, solo lo ganaremos si nos concentramos, elaboramos una buena estrategia, jugamos en equipo, actuamos con disciplina y responsabilidad y dejamos todo nuestro esfuerzo en la cancha de la realidad.
Cuídense mucho estimados amigos, no olviden que siempre los quiero como lectores y no como noticia, si nos vamos a ensuciar las manos que sea por La Tierra.
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César Quintanilla