César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy nos vuelve a hablar sobre la cuestión que más horas le quita de sueño, el cambio climático, y más concretamente de su participación en la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Katowice.
‘Las esperanzas del mundo, en Polonia’
Hace algunos días arribé a Polonia, para participar en mi cuarta Cumbre Mundial de Cambio Climático, la sede de este evento es la ciudad de Katowice, una ciudad relativamente nueva, con un pasado y presente minero, ciudad que se ha quedado corta para albergar a los miles de participantes provenientes de casi 200 países, esa es la razón por la que tuve que hospedarme en Cracovia una ciudad diferente, con una rica historia que afortunadamente no fue muy afectada durante la segunda guerra mundial y conserva su majestuosa arquitectura original que deslumbra a propios y extraños.
Soportando las gélidas temperaturas de un invierno que apenas comienza en esta parte del mundo, estoy viajando todos los días desde Cracovia hacia Katowice (ahora mismo viajo y escribo este artículo para ustedes) observo ligeramente comportamientos, hábitos, el estado de algunos recursos naturales a la vista y diferentes especies de pájaros extrañas para mis ojos, normales para la población local.
Ya en la cumbre el día pasa tan rápido, que deseo multiplicarme para estar en todas las salas para obtener mayores conocimientos, intercambiar opiniones y experiencias con tantas personas que tienen mucho que compartir de sus diferentes culturas. En la cumbre mundial del Cambio Climático se respira optimismo y escepticismo sobre los resultados que se puedan obtener con las acciones que se contemplan en el Acuerdo de París, algunos exigen mayor ambición de los países en la reducción de las emisiones de gases dañinos, mientras los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) en sendos informes exponen los 6,500 estudios que respaldan el último informe que muestra sin rodeos que nos exponemos a una catástrofe global, casi apocalíptica si ha 2030, no reducimos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero y a cero a 2050.
Por su lado la parte política prepara las negociaciones para reglamentar el Acuerdo de Paris y dar paso en breve a la acción climática. En las salas más grandes hay discursos presidenciales, ministeriales y hasta de líderes religiosos que hacen llamados a la moral y a la ética en las negociaciones que las partes políticas realizan en pabellones especiales. Como siempre pasa los países industrializados que son los mayores emisores de gases dañinos, están de acuerdo en tomar todo tipo de acciones, para acelerar la adaptación y mitigación a las consecuencias de este fenómeno, pero cuando llega el momento de hablar de las compensaciones económicas por el daño causado a los países en desarrollo, ahí comienzan los obstáculos.
Conversando con un distinguido grupo de empresarios españoles dirigidos por la fundación Empresa y Clima de Barcelona, me llamó la atención una palabra expresada por uno de ellos y que resume el daño que las potencias mundiales podrían causarle al resto del mundo si no toman prontas acciones y dejan de negar el Cambio Climático, “Es un GENOSIDIO lo que hacen” dijo.
Para Honduras y Puerto Rico las noticias malas llegaron desde inicios de la cumbre, cuando una ONG de mucho prestigio internacional, brindó su informe anual y nos vuelve a colocar en los primeros lugares como los países más vulnerables del planeta, noticia que no ha logrado inquietarme porque ya me lo esperaba y más bien me motiva a continuar con mis iniciativas educativas y proyectos verdes, porque ante la adversidad lo peor que podemos hacer es quedarnos inmóviles lamentándonos, todo lo contrario hay que triplicar los esfuerzos.
También causó sorpresa en este informe, el anuncio sobre que Europa entrará el próximo año en este ranking de vulnerabilidad al Cambio Climático, algo que muchos erróneamente han creído está reservado solo para países pobres.
En mi próximo artículo les contaré las conclusiones y avances que se logren en la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Katowice, Polonia (COP 24) que tiene como título “CAMBIANDO JUNTOS”.
Si nos vamos a ensuciar las manos que sea por la Tierra.
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César Quintanilla