Un mar de pensamientos arrasada mis espacios,
sumida ante la duda el crepúsculo asoma
y laten soledades, palpitan se retuercen
llevando en su caída retazos de ilusiones.
Coloco una mordaza para frenar mi grito
y me pinto una mascara que dibuja sonrisas.
Arriba la tormenta destruye nuestros sueños
y no encuentro la forma para para inyectarle vida.
Borraste de esta historia los momentos vividos,
¡ te encuentras tan distante y las días son largos!.
Los relojes detienen tu memoria y la mía.
El verano me vista con con un gris de cansancio.
Tu rostro en mi memoria, el sol hecho pedazos,
imagenes que danzan, burlonas y sonrientes.
Lentamente preparo algo de mi equipaje
y me marcho en silencio entregada a mi suerte.
La poetisa y miembro de la RIET Lydia Raquel Pistagnesi ha publicado este poema en su página web.