Camilo Vives, considerado el principal productor del cine cubano y quien trabajó en clásicos de la isla como “Lucía” y “Fresa y Chocolate”, falleció en La Habana a los 71 años, según informaron medios oficiales.
Varios medios cubanos reseñan este miércoles que Vives falleció el pasado lunes en la capital cubana, cuando tenía a su cargo la presidencia de la Junta Directiva de la Federación Iberoamericana de Productores de Cine y Audiovisuales (FIPCA).
La carrera de Vives comenzó en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), entidad impulsora del cine nacional tras el triunfo de la revolución cubana en 1959, y en los años 70 empezó a dirigir sus estudios de producción. A partir de 2001, se hizo cargo de la Productora Internacional del ICAIC, desde donde impulsó varias coproducciones para proyectos cubanos.
Su trabajo como productor está ligado a más de 130 obras e incluye unos 40 largometrajes de lo mejor del cine cubano, incluidas cintas de Tomás Gutiérrez Alea como “La última cena” (1976), “Fresa y Chocolate” (1993) y “Guantanamera” (1995).
Participó en proyectos de otros reconocidos realizadores de la isla como Fernándo Pérez – “La Vida es silbar” (1998) y “Suite Habana” (2003)- y Humberto Solás, para quien produjo “Lucía” (1968), “Miel para Oshún” (2001) y “Barrio Cuba” (2006).
Su nombre está asociado a otras cintas como “Habana Blues”, del español Benito Zambrano, “Boleto al paraíso” del cubano Gerardo Chijona, y “Tres veces dos”, que en 2004 supuso el debut en largometraje de los jóvenes realizadores cubanos Pavel Giroud, Lester Hamlet y Esteban Insausti.