De la espada de Alatriste al aerosol del grafitero, el escritor español Arturo Pérez-Reverte presentó ayer las armas de todos sus héroes en la Feria del Libro de Buenos Aires, con su última novela, «El francotirador paciente» como gran protagonista, según detalló en un encuentro con la prensa.
En este último trabajo, Pérez-Reverte (Cartagena, España, 1951) se sumerge en la «guerrilla urbana» del mundo del grafiti, una forma de expresión que es para él «un acto vandálico» pero también «un ajuste de cuentas» con un mundo en el que el arte está «tan pervertido, tan contaminado y tan prostituido como el resto de la sociedad».