Artículo de Frei Betto
Las recientes manifestaciones en las calles del Brasil sorprendieron a los distintos gobiernos de la nación: municipales, estaduales y federal. Las autoridades se preguntan perplejas: ¿cómo es posible? ¿quién está por detrás? ¿quién las asesora? Y reaccionan con la única y mafáldica lección aprendida en 21 años de dictadura: la represión policial.
Nuestras autoridades se han encerrado en su torre de marfil, como si el Brasil fuese un planeta distante de ese orbe terrestre en el que se suceden manifestaciones callejeras en todas partes, desde el Occupy Wall Street a la plaza Tahrir en El Cairo, desde la periferia de París a la plaza Taskim en Estambul.