Este pasado domingo, un buque que transportaba a más de 700 inmigrantes que procedían de Libia ha naufragado tras volcar acabando con la vida de la mayoría de pasajeros. Tan solo unos días antes, 400 personas habían corrido la misma suerte: sus cuerpos sin vida fueron tragados por el mar Mediterráneo. En lo que va de año, más de 1.500 personas han fallecido mientras realizaban el trayecto que une su realidad (África) con su sueño (Europa). Durante el pasado 2014, un total de 3.224 hombres, mujeres y niños perdieron la vida en el Mediterráneo. La pregunta que debemos hacernos es: ¿hasta cuándo lo permitiremos?