Como el poeta que lamentaba el paso del tiempo y escribió en un hermoso poema “que la vida iba en serio” yo también creo que llegará el día en el que las generaciones futuras lamentarán que el cambio climático iba en serio.
A nivel personal debo reconocer que este conflicto ambiental es el más sorprendente al que jamás he intentado aproximarme. Es tanta la atracción que ejerce en mí que durante un tiempo creí caer en una especie de hechizo, de manera que cualquier otra materia divulgativa pasó a quedar relegada a un segundo plano. O mejor dicho: se integró en ésta. Porque todos los ámbitos relativos a la divulgación ambiental derivan al fin en el calentamiento global, que es, insisto, el mayor desafío al que debemos hacer frente como especie.