El campo ha sido otro con la pandemia. Los horrores de la civilización eran más fáciles de llevar en la naturaleza.
El confinamiento, es decir la multiplicación del estar solo con nosotros mismos, la convivencia exclusiva con los convivientes, ha permitido que aflore la conciencia de que el encarcelamiento blando, el que supone amontonarse en lo urbano, se convertía en prisión opresora. Leer más →