Diana Nammi (1964) es una activista política kurda y una gran defensora de los derechos de la mujer en las comunidades más vulnerables. Desde que era una adolescente, Nammi (que creció en Irán) defendió con fuerza sus ideales. En 1996 decidió pasar a la acción y se enroló en las filas de Peshmerga, nombre con el que se conoce a los combatientes kurdos armados. Durante 12 años, luchó como guerrillera contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Nammi es la cara visible de las miles de mujeres kurdas que en algún momento de su vida decidieron que ya estaban hartas y que iban a plantar cara al yihadismo. Estas milicianas no luchan sólo por defender la libertad y autonomía de su nación, sino también por la liberación de la mujer ante una ideología radical, retrógrada e injusta con ellas. En el combate, el hecho de ser mujer les otorga una ventaja: los yihadistas temen ser asesinados por una persona de sexo femenino, ya que eso supondría que no pueden acceder al paraíso. Por eso les tienen miedo, algo que a las combatientes las llena de orgullo.
En 2002, Nammi fundó la organización Iranian and Kurdish Women’s Rights Organisation (IKWRO), que puso en marcha con el objetivo de defender los derechos de las mujeres y las niñas de Oriente Medio, norte de África, Afganistán y otras comunidades vulnerables. De esta manera, la entidad lucha contra algunos de los principales problemas de las mujeres, como son los crímenes de honor, los matrimonios forzados y precoces, la mutilación genital femenina y la violencia doméstica. Nammi, que actualmente reside en Londres, es la directora general de IKWRO, que en los últimos años ha extendido sus servicios a las comunidades más vulnerables del Reino Unido.
El trabajo de Nammi ha sido premiado con diversos reconocimientos. De esta manera, el prestigioso semanario Newskeek la incluyó en la lista de las 150 mujeres que más habían ayudado a “agitar el mundo”. Y el año pasado fue considerada como una de las mujeres del año dentro de los premios Barclays Women of the Year Awards.
¿Por qué le otorgamos la Mención Especial Foca Mediterrània? Por su intensa trayectoria defendiendo los derechos de la mujer en las comunidades más misóginas del mundo, por crear una asociación que lucha contra la mutilación genital femenina, la violencia doméstica y los matrimonios forzados y precoces, y por combatir durante más de una década con la guerrilla kurda contra el radicalismo de Estado Islámico.