Manuel de Medio es periodista y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). El artículo que os presentamos hoy (que fue publicado originalmente en el blog del autor ‘Cartas para Nacho‘) se titula ‘Alquimista’, y es una oda a un maestro de los fogones de la cocina andaluza: Elías de Toro.
‘Alquimista’
No te defrauda. Hace sus obras maestras, sus platos, sus recetas. Son ingredientes mágicos. Difíciles de encontrar. No los hay en el mercado. No te los sirve tu tendero. Olvídate de buscarlos en el supermercado. Sólo él sabe dónde se encuentran. Solamente él puede reunirlos.
Elías es un aire de despiste que se convierte en tormenta creativa y arrasadora cuando está entre los fogones. Elías es más que un director de orquesta, es un amigo que te escucha. Este jefe de cocina es un arquitecto que juega con las texturas, los colores, las formas, los sabores. Construcciones que sirven para que te reconcilies con tus emociones. Sus platos son edificios donde habita lo mejor de ti y que te permitirán dar cabida a tu hospitalidad. Una fiesta cuando organizas un almuerzo. Una cena.
Conceptos que se refieren a “reducciones de jugos para percibir mejor los matices”, “cocciones a baja temperatura para que degustes todo el sabor” cobran todo el sentido cuando te sientas a la mesa y comienza a pasar frente a ti ese desfile de experiencias creativas con los que tus sentidos del olfato, vista y gusto no se pueden resistir. Con los que se reconfortaran y harán las paces con la vida.
Frente a los nuevos dioses de la cocina a los que todo el país venera como líderes de pasadas revoluciones a los que la plebe les seguía, Elías es un tipo sencillo que te recuerda a aquellos jóvenes estudiantes del mayo del 68 francés que quedaron inmortalizados en fotografías en blanco y negro. Esa es su grandeza. Esa es su gran obra maestra. Lo sublime lo hace simple.
Cuando degustes un plato, una receta de Elías, estarás saboreando un trabajo cocido a fuego lento, como los que te hacía tu madre. Aquellos sabores y olores de infancia que te saciaban de amor y cariño. Esos platos que luego se descubrieron que eras de enorme complejidad a pesar de su aparente simplicidad. Esa es la propuesta de este artesano. De este prestidigitador que te sorprende con sus juegos de magia. Un pescado, una carne, verdura, un poco de especias, algo de calor y ¡zas! ya tienes toda una experiencia que contar. Recordar.
En este tiempo que vivimos, donde todo se confunde. Donde hasta el propio campo da frutos a destiempo, la cocina de Elías del Toro emplea productos olvidados y así, entre sus ingredientes, podrás encontrar mucho de equipo, una pizca de complicidad, dos cucharadas de investigación e innovación. Gramos de evolución y horas de trabajo. Tengo la suerte. La inmensa fortuna de conocer a un alquimista que además es mi amigo.
Manuel de Medio
