Tarragona acogió en octubre del 2003 el primer encuentro de comités de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) de Mesoamérica, Sudamérica y la Península Ibérica. Aquellas jornadas, bautizadas como Primer Encuentro Iberoamericano de Miembros de la UICN, fueron impulsadas por Mare Terra Fundació Mediterrània, ya que el presidente de la entidad, Ángel Juárez, consideraba que debía existir un lazo especial entre los comités de la UICN de habla hispana. El encuentro fue un éxito absoluto, con una gran repercusión a nivel internacional tanto para la UICN como para la ciudad de Tarragona.
De ahí surgió la ‘Carta de Tarragona’, que expresaba “nuestras coincidencias culturales, las similitudes geopolíticas y las trayectorias afines en la conservación de la naturaleza como un compromiso”, y apostaba por “la construcción de una plataforma de trabajo desde donde se debe profundizar y mejorar la coordinación de las diferentes actuaciones medioambientales”. Esta revolución hispana se llevó a cabo poco antes de la celebración en Tailandia de un congreso mundial de la UICN. Y la revolución triunfó: se consiguió cambiar al presidente del organismo (era uno de los objetivos) y se ratificaron todos los puntos y estrategias que aparecían en la ‘Carta de Tarragona’. Y ahora, después de trece años, esa declaración de intenciones liderada por Mediterrània se ha hecho realidad de manera oficial.
Y es que los presidentes de los Comités Nacionales de miembros de la UICN de España y Portugal, así como los de los Comités Regionales de Mesoamérica y Suramérica firmaron el pasado 8 de septiembre en el marco del Congreso Mundial de la Naturaleza de Hawaii la ratificación del acuerdo firmado en el Primer Encuentro Iberoamericano de Tarragona en 2003. No hay que olvidar que la ‘Carta de Tarragona’ también hacía referencia a la necesidad de colaborar de manera conjunta para tener una presencia hispanoparlante en la UICN, fomentando la producción de materiales y el uso del castellano. El acuerdo ha sido firmado por el presidente del Comité Mesoamericano de la UICN, Froilán Esquinca; el presidente del Comité Suramericano, Gonzalo Andrade; y el Presidente del Comité Español, Juan Antonio López. Todos han recordado la experiencia de Tarragona, y en sus declaraciones reconocieron que este acuerdo había sido posible porque las bases estaban puestas desde el año 2003.
El presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània, Ángel Juárez, ha asegurado estar “emocionado y agradecido” por la firma de este acuerdo, ya que “trece años después vemos recompensado el gran trabajo que hicimos en aquella ocasión. Es un orgullo que algo que parecía una quimera promovida desde Tarragona se haya acabado convirtiendo en una realidad palpable”. Juárez ha recordado que “en aquella época yo estaba convencido de la idoneidad de que todos los comités de habla castellana estuviésemos unidos y fuésemos fuertes. Aquello fue muy duro, pero con mucho trabajo lo conseguimos. Ahora el tiempo nos ha dado la razón, y de paso ha servido para poner el nombre de Mediterrània y el de Tarragona en un primer plano internacional dentro del mundo del ecologismo. La verdad es que estamos pletóricos”.