Por Frei Betto
La visita de tres días del papa Francisco al Oriente Medio, a partir del sábado 24 de mayo, trata de conmemorar los 50 años del viaje de Pablo VI a la región en 1964, en la que se encontró con el patriarca de Constantinopla, Atenágoras.
Este viaje tiene muchas implicaciones políticas, pues se da en un contexto geopolítico complejo, agravado por la guerra en Siria, que entró en su tercer año consecutivo y que provoca un fuerte impacto en los países vecinos, sobre todo en lo que se refiere a la seguridad y a los refugiados (1 millón, provenientes de Siria, acampados en Jordania).