Ana Bella (Sevilla, 1972) ha sido muchas cosas a lo largo de su vida. Pero si hubiera que definirla con solo una palabra, probablemente la más adecuada sería superviviente. Se casó con 18 años y a pesar de haber obtenido matrícula de honor en COU su marido no le permitió ir a la universidad. Sufrió malos tratos psicológicos y físicos durante once años hasta que una noche se escapó de su casa con sus cuatro hijos, lo denunció e ingresó en una casa de acogida. A partir de ahí, inició una nueva etapa en su vida, convirtiéndose en todo un ejemplo.