Carmen Balcells y Andrew Wylie, los dos agentes literarios más poderosos del mundo editorial y dos de las personalidades más influyentes de la industria del libro, han unido sus fuerzas para crear Balcells & Wylie, una nueva empresa internacional de representación de autores. En una nota hecha pública ayer, se informaba de que el 27 de mayo «Carmen Balcells y Andrew Wylie firmaron un acuerdo de intenciones con el fin de crear una agencia internacional que se denominará Balcells & Wylie».
«Nuestro objetivo es dar mayor fuerza, alcance y duración a la representación de los clientes, y estamos entusiasmados y totalmente comprometidos con las oportunidades que se nos presentan», aseguran los dos agentes en un comunicado que ha caído como una bomba en el sector, a las puertas de inaugurar la Feria del Libro de Madrid, la cita literaria por antonomasia en España. «Nos hemos seguido y admirado mutuamente durante años, y deseamos trabajar estrechamente a partir de hoy», rematan en el texto.
Con la nueva agencia, Carmen Balcells, de 83 años, blinda su retiro y el futuro de su legado, mientras que Andrew Wylie entra en el mercado hispánico por la puerta grande. De hecho, fuentes del sector consultadas ayer consideran la alianza un «movimiento muy inteligente», sobre todo por parte de la denominada «Mamá Grande», que tiende un puente muy sólido para que sus autores desembarquen en Estados Unidos, donde el interés hacia el español es cada vez mayor.
El «Chacal», por su parte, ya manifestó en una entrevista publicada en «ABC Cultural» en septiembre de 2012 el interés de su agencia por la literatura española: «Tengo un plan a doscientos años. Es mucho tiempo y soy muy paciente, pero la agencia está construida para durar y representar a escritores interesantes. Dios quiera que en doscientos años seamos una fuerza en la literatura en lengua española», dijo entonces.
Un equipo de estrellas literarias
Parece, por tanto, que la paciencia de Wylie ha sido recompensada antes de lo esperado. Y es que 200 son muchos años para los intereses de un agente en cuya nómina de representados figuran autores como Jorge Luis Borges, Martin Amis, Roberto Bolaño, Italo Calvino, Raymond Carver, Philip K. Dick, Susan Sontag, Vladimir Nabokov, Jorge Amado, Alessandro Baricco, Saul Bellow o Salman Rushdie (por mencionar solo algunos de los más de 850). Una plantilla que, desde ahora, «jugará» junto a figuras literarias como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán, Carlos Fuentes, Javier Cercas y Camilo José Cela, entre otros, todos ellos escritores de la agencia barcelonesa.
Andrew Wylie nunca ha escondido que le atraen especialmente los derechos de autores fallecidos. «Si el escritor está vivo, él decide sobre los derechos de autor y de reproducción. Pero cuando el autor ha muerto, esos derechos recaen sobre sus sucesores. Yo estoy al servicio de los propietarios de esos derechos. Y mi experiencia me dice que ellos saben lo que debe hacerse, lo que más conviene», aseguró en la mencionada entrevista en «ABC Cultural». A su entender, otorgan autoridad a su catálogo, y si algo le sobra al catálogo de Carmen Balcells es, precisamente «autoridad».
Balcells buscaba un socio
Las horas bajas que atraviesa la industria editorial en nuestro país (en 2013 la caída en las ventas de libros fue del 14%, según los datos del Gremio de Editores) también se hacen notar en la agencia española, que en los últimos años ha depositado sus esperanzas en «tres o cuatro» escritores estrella para salvar el balance anual. De hecho, en 2010 Balcells reconoció que buscaba un socio «para afrontar los retos del sector». Wylie lo intentó entonces, según explicó la agente en una entrevista en la revista Ñ («Clarín»), y hubo conversaciones entre ambas empresas, «pero el elegante señor Wylie descubrió que le salía más barato seducir a algunas viudas que comprar mi agencia». Una frase que, a buen seguro, a la Balcells no le gustará recordar estos días.
En los últimos meses ya se habían venido sucediendo algunos movimientos en el seno de la Agencia Balcells, donde el joven Guillem d’Efak se había convertido en el nuevo director y se disponía a tomar el relevo de la «Mamá Grande» de la edición española y epicentro del «boom» latinoamericano, que catapultó (tras descubrirlos) a premios Nobel como Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez.
Según Valerie Miles, editora de Duomo además de autora representada por Andrew Wylie, esta fusión «pone en evidencia el creciente interés que hay en Estados Unidos por la literatura en español». La editora, que conoce desde hace años al agente estadounidense, cree que «ha sido muy importante para la edición en inglés» y destaca «su influencia a la hora de buscar literatura de alta calidad». Wylie «definde a capa y espada a sus autores, aunque a veces le parezca gracioso decir barbaridades, merece mucho respeto».
La unión será «buena para los dos», en un momento en el que la industria editorial vive la era de los monopolios. Al de la distribución y la edición se une ahora el de las agencias. «Aprenderán el uno del otro. Wylie siempre ha tenido una perspectiva internacional de la literatura y que quiera estar aquí, en España, es una gran noticia para el español». En el caso de Balcells, Miles destaca su «capacidad» y su «potencia particular», así como su «feroz» inteligencia. «En el mundo de la literatura, las personalidades son las que hacen negocio y marcan épocas. Son los mayores quienes están innovando. Nos han dado una lección».
Por su parte, el agente Guillermo Schavelzon, con sede en Barcelona y especializado en autores latinoamericanos, afirma que esta operación era «muy previsible». En su opinión «es raro que haya demorado tanto por edad cronológica. Una agencia tan importante y excelente como Balcells no podía quedar a la deriva y así se asegura la continuidad». Schavelzon reconoce que hubo «años de coqueteos y desmentidos en todos los medios».
Sobre el aspecto estratégico de esta fusión, Schavelzon lo tiene claro: «El mundo latinoamericano da para lo que da. Conviene saber que los autores de Wylie están ya muy bien representados en el mundo hispano. Por eso no creo que esta alianza vaya a perjudicar a otras agencias en nuestro ámbito. Aquí lo que necesitamos son más lectores, y ojalá que esta fusión de dos grandes sea capaz de lograr más».
El escritor Fernando Iwasaki compara la unión entre Wylie y Balcells con la compra de Alfaguara por parte de Penguin Random House, puesto que en ambos casos hay un gigante muy bien implantado en el mercado global. En un momento en el que el mercado estadounidense está cada vez más interesado en la literatura hispana e ibeoamericana, esta operación sitúa al «Chacal» a la cabeza de los agentes que tienen a los pesos pesados de nuestra literatura disponibles para ese mercado.