A pesar de haber compartido casi medio siglo de vida con Antonio Mingote, su viuda, Isabel Vigiola, confiesa que aún había cosas que no sabía de él. «Creía que lo conocía todo, pero no. Y por eso este libro me ha hecho muy feliz». Se refiere al volumen «Mingote reservado. El taller desconocido de un genio», que acaba de editar Edaf y en el que han colaborado, codo con codo, Isabel y Antonio Astorga, durante muchos años periodista de ABC, quizá una de las personas más cercanas al maestro y su entorno, y a quien reveló algunos de sus pensamientos y experiencias más íntimos. «Eso es algo que me preocupa. Quizá hay demasiadas cosas íntimas en esta obra, pero la culpa de eso la tiene Antonio Astorga», bromeó Isabel Vigiola ayer durante la presentación del volumen a la prensa.
Entre estas intimidades se encuentran la correspondencia del dibujante con su madre, cartas de amor de Mingote a su esposa -«algunas gracietas y sonetos», matiza Isabel-. También los cuadernos de apuntes que realizó cuando estuvo en el frente de Castellón durante la Guerra Civil. «Algo que vivió muy intensamente, quizá demasiado. Este libro habla mucho de la guerra, algo que le pareció horrible y que vivió como protagonista en el lado Nacional, y no sé si él lo hubiera querido publicar», duda Isabel, que ha abierto las puertas de su casa y sus armarios para poder desentrañar estos secretos guardados casi de manera inconsciente. «Había carpetas cuyo contenido yo no conocía -confiesa su viuda-, pues Antonio me decía que un día las veríamos juntos». Algo que no llegó a suceder, pues la muerte sorprendió al dibujante en abril de 2012, dejando numerosas notas, pensamientos, dibujos y escritos sin publicar.
Fue entonces cuando comenzó un proyecto que toma forma ahora en este hermoso volumen de más de 300 páginas. «La obra es un recorrido por la vida desconocida e inédita de un ser de luz maravilloso, en el que Cervantes hubiera encontrado a su alter ego», subrayó Astorga, que en los últimos años se convirtió en su amigo y confidente.
El recorrido se inicia con una biografía sobre su protagonista a través de sus propias palabras, recogidas en distintos medios. La infancia, sus calificaciones escolares, su primer dibujo para la revista «Blanco y Negro», en 1932, en la sección «Gente Menuda», cuando contaba 13 años; su alistamiento en el Ejército, con apenas 17 años; su traslado al frente de Castellón, periodo en el que completó varios cuadernos de anotaciones y dibujos -«ensoñaciones a veces eróticas y otras heroicas», señala Astorga-. Unos cuadernos que ven la luz ahora por primera vez junto a los que realizó cuando estuvo ingresado en la Academia de Guadalajara.
Una de las aportaciones más interesantes de este volumen es la publicación de más de medio centenar de dibujos que realizó para ABC (diario en el que colaboró desde 1953 hasta su fallecimiento) y que fueron censurados, entre 1964 y 1974, por su contenido religioso, político, sobre la justicia o sobre EE.UU. y la guerra de Vietnam. «Él ya se autocensuraba de entrada, y siempre dijo que ABC le dejó trabajar con absoluta libertad», ataja Isabel para restar responsabilidades a este diario, «que en alguna ocasión tuvo problemas por sus chistes, hasta el punto de pedirle indemnizaciones de varios millones». Viñetas que le granjearon al dibujante admiradores pero también detractores, cuyos reproches encajaba bien. «Le gustaban más las críticas que los halagos, porque decía que se podía aprender más de las primeras», recuerda Vigiola.
El libro se cierra con varios cuentos inéditos, escritos e ilustrados por Mingote; además de dibujos y apuntes que demuestran sus cualidades pictóricas que desdicen lo que el propio dibujante sostenía. «Se consideraba un pintor de domingo, aunque hubiera podía ser un gran pintor. No se conoce bien su obra», señala Vigiola, que califica esta nueva publicación de «extraordinaria, pero qué voy a decir yo, que no puedo ser objetiva», bromeó. «Mingote reservado» será presentado al público el próximo 3 de junio durante la Feria del Libro de Madrid.