“Hay una deforma muy cómoda de vivir, la de depender”
Lo siento, esto no es una oferta laboral para ocupar puestos en comercios cara al público, tampoco se trata de un llamamiento para contrarrestar la oleada de independentismo que merodea con motivo y expectativa la costa y casta catalana. “Se precisan dependientes” es simplemente la orden en vena descerebrada, incluso desalmada, que poseen los políticos de hoy en día para conseguir dar continuidad a la entramada social con la que nos apresan y extinguen. Prorrogamos ser subalternos de unos personajes que se reemplazan en el poder manteniéndonos por debajo de nuestras posibilidades para que no logremos evolucionar de una manera natural sin su filtro lleno de nicotina política ni sin la vara de medir a partir del volumen de sus bolsillos.
No hay forma más incómoda de vivir que dependiendo de quienes se adiestran para ofrecer y repetir promesas incumplidas con el humo transparente de las sonrisas más artificiales que el ser inhumano puede llegar a caracterizar. Cascabeles a los gatos está claro que no hay demasiados que osen hacerlo puesto que el miedo sigue siendo el trending topic del conformismo y las barras de los bares el puesto donde la queja del gallito revolucionario se ensalza en efervescencia olvidadiza. Este es el país de la queja mundana y de la etiqueta fácil de intoxicar.
Tenemos lo que merecemos y mientras prefiramos tomarnos una queja acompañados de unos amigos con sus cafés y con sus micciones políticas, continuaremos en el barro que nos enfanga custodiando el ecosistema sumiso y conformista que subliminalmente nos retiene esclavizados. Somos demasiados dependientes para dejar de atender al poder sin dar cara a lo público, sería más efectivo atendernos a nosotros mismos exigiendo a los que se creen los jefes de nuestras vidas unos objetivos a corto plazo procurando una inmediatez positiva hacia quienes afrontan sus responsabilidades, porque en el futuro se mueven como humo en el aire y ante el atril como pez que se muerde la cola frente a corales y sirenas que nadan más hacen…la ola.
¿Alguien se ha dado cuenta que los servicios están llenos?… ¡industrialicémonos!