El cirujano dentista, escritor y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Ernesto Sosa Rocha, sigue comprometido con el respeto por el medio ambiente. Su último artículo se titula ‘Impulsar fuertemente el reciclaje’ y está basado en su experiencia directa en Mexali, una de las ciudades más calurosas del mundo. Es cierto que la mentalidad de la sociedad ha cambiado mucho en los últimos años, pero es un campo en el que todavía queda mucho por hacer, y de ahí la importancia de divulgarlo con escritos como este.
‘Impulsar fuertemente el reciclaje’
En Mexicali, Baja California, se requiere un cambio a fondo de hábitos entre la población, en lo referente al reciclaje de residuos sólidos, debido a las grandes cantidades que se generan en la mayoría de las metrópolis de México.
El reciclaje no es más que un proceso cuyo objetivo es convertir materiales deshechos en nuevos productos para prevenir el desuso de materiales potencialmente útiles, reducir el consumo de nueva materia prima, reducir el uso de energía, reducir la contaminación del aire (a través de la incineración) y contaminación del agua (a través de los vertederos) por medio de la reducción de la necesidad de los sistemas de deshechos convencionales, así como también disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción de plásticos.
Aquí en Mexicali no existen datos oficiales y públicos en materia de emisiones que provienen de la gestión de residuos. Sufrimos la deficiencia en la actualización de las estadísticas estatales de los organismos oficiales (son nulas y no fiables), así como una incoherencia de cifras en función de la fuente de consulta.
Está comprobado que la separación selectiva de materia orgánica reduce las emisiones un 65% en la gestión de residuos. Por ejemplo, el reciclaje de desechos de comida en Hong Kong son licuados con pan y se convierten en alimento de hongos y bacterias con los que crean un compuesto para fabricar plásticos y detergentes no dañinos para el medio ambiente. En España los residuos de pescado los utilizan para producir energía, el biocombustible lo producen a partir de residuos de cerveza, a partir de residuos de madera producen Etanol de segunda generación, con neumáticos viejos producen combustibles…
En España, el compostaje es la receta para reducir la huella de carbono y el cambio climático a nivel estatal. Para los ambientalistas españoles no tiene ningún sentido dejar pudrir materia orgánica de los residuos en vertederos o emplear energía para secarla y luego quemarla en incineradoras, mientras puedan obtener un compost de calidad y avanzar de forma sencilla hacia el residuo cero. Tratan de conseguir una economía circular y un uso más eficiente de los recursos.
Aquí en Mexicali se puede adaptar el compostaje Takakura, que es una técnica japonesa agroecología que utiliza alimentos fermentados para descomponer residuos y ser utilizados como abono orgánico provenientes de los comedores de escuelas, hogares y mercados. Del total de la basura existente en los botaderos, el 37% proviene de la materia orgánica, la cual ofrece ventajas comparativas para emplear la técnica del compostaje, ya que representa bajo costo de inversión, es de rápida descomposición, no emite malos olores y permite elaborar un abono higiénico.
Debe haber un mayor compromiso de nuestras autoridades responsables del medio ambiente para que impongan una separación selectiva de la materia orgánica y refuercen su apoyo al compostaje doméstico y comunitario. Hay razones ambientales, económicas y sociales para que así sea. Hay respaldo social, hay necesidad y no hay excusas para no realizarlo y seguir insistiendo en la cultura del reciclaje doméstico, comercial e industrial a nivel local, que es lo más indicado también a nivel mundial.
Ernesto Sosa Rocha