Luis Alberto Ambroggio es escritor, poeta, ensayista y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). Su obra es muy amplia y variada, por lo que si os interesa, os recomendamos que echéis un vistazo a su web. Hoy os dejamos con un fragmento de uno de sus ensayos, que versa sobre un tema muy interesante: la poesía hispana de los Estados Unidos (país en el que reside Ambroggio). Si os interesa el artículo, lo podéis leer de manera íntegra aquí.
‘La poesía hispana de los Estados Unidos: voces sin espacio’
Sobrevolar la poesía escrita en español en los Estados unidos en escasas páginas, resulta imposible. Sólo el humilde propósito de llamar la atención sobre este campo virgen, esta historia aún no escrita, permite reducir volúmenes a párrafos, omitir innumerables nombres y detalles críticos, sin ser acusado de superficialidad. Ya en 1917 afirmaba
Miguel Romera-Navarro: “La historia y exposición del hispanismo literario en NorteAmérica están por escribirse. Ni un sólo estudio, comprensivo o superficial, popular o erudito, se le ha dedicado”.
Como tercera o cuarta nación hispanoparlante del mundo con aproximadamente 40 millones de individuos (y una proyección de 100 millones para el año 2050), EE.UU. y su literatura escrita en español merece un capítulo destacado en cualquier antología de literatura iberoamericana que se precie de completa. De hecho, como sostienen Paz Soldán y Alberto Fuguet , “no se puede hablar de Latinoamérica sin incluir a los Estados Unidos”.
De los cuatro tipos de lenguaje español utilizado en EE.UU. (puro, bilingüe, spanglish, inglés con salsa) me concentraré en general en la poesía escrita en español “puro” (con las adecuaciones e idiosincracias del caso, dado que se trata de un
“melting pot” también de raices iberoamericanas).
La literatura hispana de los EE.UU. precede a la nación, remontando sus orígenes a exploradores como Alvar de Nuñez Cabeza de Vaca. (…). Los exploradores, frailes, viajeros, conquistadores, dejaron un legado escrito en diferentes tipos de prosa narrativa (crónicas, memorias, relaciones, diarios, cartas) testimonios de sus hazañas y descubrimientos, como así también poesía de Villagrá, Procurador General . Acaso el primer poema épico de los EE.UU. sea “Florida” del fraile franciscano Alonso Gregorio de Escobedo que data finales del s.XVI.
El poema de Pérez de la Expedición a Nuevo México, oriundo de Puebla de los Angeles y educado en Salamanca, titulado “Historia” (publicado en Alcalá de Henares) despliega 34 estrofas que detallan en versos la expedición, la naturaleza, costumbres de los habitantes de Nuevo México (vaquero, aventada-rodeo), concluyendo con la conquista y destrucción de la ciudad de Acoma.
Continuó esta tradición poética Miguel de Quintana quien llegó a Nuevo México en 1693 y permaneció allí por el resto de sus días, siendo examinado por la inquisición en 1732, conforme deja constancia en las siguientes redondillas:
No temas inquisición,
castigo, daño y afrenta.
Es Dios, Miguel, quien te alienta
con tan grande inspiración. (…)
No estás, Miguel, condenado,
ni esperes ir al infierno
Cuando Dios, amante tierno,
cuanto has escrito te ha dado
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Luis Alberto Ambroggio