César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). También era un gran amigo personal, a la vez que admirador, de otro miembro hondureño de la RIET, el recientemente desaparecido Guillermo Anderson. La muerte de Anderson ha sido un duro golpe para la RIET (el presidente de la Red, Ángel Juárez, ya le dedicó un emocionante artículo). Pero la vida sigue y hay que mirar adelante, eso sí, sin olvidar el legado de aquellos que nos han dejado. En este contexto, César Quintanilla nos ha enviado un artículo que nos ha puesto los pelos de punta titulado ‘Guillermo Anderson y su legado en favor del medio ambiente’, en el cual nos recuerda la importancia que el cantautor y activista hondureño tuvo en el país centroamericano a la hora de difundir la importancia de defender el medio ambiente. Y es que como dice Quintanilla en su escrito, “Hasta siempre mi amigo Guillermo Anderson. Tu legado no morirá jamás”. Desde la RIET estamos convencidos de que así será.
‘Guillermo Anderson y su legado en favor del medio ambiente’
No ha salido agua del grifo en muchos días, se ha secado el río es obvia la razón, talando el último árbol una mano fría y la aldea cae en desesperación. Pero otra comunidad se ha preocupado y su cuenca ha decidido proteger, saben que un tesoro el río representa y un futuro de agua fresca ha de tener, mira a tu alrededor tu país está perdiendo su mejor color y es el “verde”, a conservar y a proteger lo que si no se pierde.
Se acumula la basura en el ambiente, se respira un aire gris en la ciudad, más medidas de control pide la gente a la empresa y al gobierno voluntad, pero una madre le ha enseñado ya a su niña la importancia de ver limpia su ciudad, le ha enseñado la palabra reciclaje y a depositar basura en su lugar.
Las estrofas anteriores corresponden al himno al medio ambiente (canción VERDE) que nos dejó como legado nuestro talentoso amigo Guillermo Anderson, artista catracho que días atrás perdió la batalla contra el cáncer, sin embargo su talento no ha muerto y está más vivo que nunca, sus letras más que vigentes, ahora mismo que nuestro planeta está sufriendo una verdadera crisis por la dañina participación humana talando y quemando bosques, contaminando las aguas de los ríos, lagos y mares, acumulando gases dañinos en nuestra atmósfera que trastornan todo el ciclo natural climático, como dice Guillermo Anderson hay manos criminales que trafican ilegalmente la frágil fauna y flora, pero es necesario que la población se dignifique y no calle, denunciando incansablemente estos crímenes, porque conservar nuestros recursos significa el progreso, si la huella que se deja es sostenible, no hay razón para no aprovechar recursos, progresar y conservar son compatibles.
Y qué decir de otra de las canciones que dedicó nuestro artista de oro Guillermo Anderson a los bosques hondureños, la canción “CORTARON EL ÁRBOL” es una denuncia pública para evidenciar a los asesinos de nuestros árboles en las zonas urbanas y rurales, algunos versos de esta hermosa canción rezan así: Cortaron el árbol que guardaba en su memoria a tu familia y su historia en el patio aquel, cortaron el árbol guía fiel de embarcaciones soportaba los ciclones en el patio ayer, cortaron el cedro aquel de la avenida y la acacia tiernamente florecida que alegró los días de tu juventud.
Cortaron el árbol de ceiba villana hermosa, su raíz profunda y diosa quedó triste aquí, corren los venados asustados y sedientos fuertes llamas trae el viento ya no llueve aquí, cortaron el mango hermoso de la plaza, el caimito que cobijaba tu casa, el ceibón de tu infancia lo cortaron ya, cortaron el árbol lo mataron, cinco señores se lo llevaron, va quedando el suelo descubierto mi bello país es un desierto. Solo la alegría de sembrar nos trae heridas y la madre resentida volverá a reír, quede a la conciencia del que siembra y lo realiza y la lluvia cuál sonrisa se verá venir, solo echando fuera el mal del egoísmo podrá el canto de las aves ser el mismo, que se quede el que prefiera la ignorancia de ver en el árbol material ganancia, que llegue la hora de sembrar aquí. Mil árboles nuevos hoy cantaron, los niños del mundo los sembraron, llegue al campo y la ciudad riqueza viva la madre naturaleza.
Sin duda tremenda crítica acompaña cada verso de esta hermosa canción, críticas que debemos recoger y replicar en la actualidad porque las plagas atacan nuestros bosques vulnerables por las sequías, pero la peor plaga somos los humanos que todos los días le hacemos daño a nuestro medio ambiente, vemos los desastres naturales a nuestro alrededor y no reaccionamos, somos cada vez más enemigos de nuestro planeta cuyo único pecado es ofrecernos sus recursos para que podamos vivir, es necesario armonizar con la naturaleza, aprovecharnos de ella pero a la vez reparar los daños que le ocasionamos. Nuestras ciudades supuestamente van hacia el desarrollo, las obras grises aumentan, pero los proyectos verdes disminuyen, entonces tal desarrollo no existe, el cemento no se come, ni se toma, debemos defender con uñas y dientes nuestros recursos para asegurar nuestra existencia ya bastante comprometida.
Hasta siempre mi amigo Guillermo Anderson tu legado no morirá jamás.
Cuídense mucho mis amigos, recuerden que siempre los quiero como lectores y no como noticia, hasta la próxima.
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César Quintanilla