Luis Gonzalo Segura es un exmilitar, escritor y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). También es un buen amigo de Mare Terra Fundació Mediterrània y de su presidente, Ángel Juárez. Precisamente por ello, Juárez le pidió que escribiera un prólogo para su último libro, la recopilación de artículos de opinión y poesías ‘Las crisis de la crisis’. Y como Luis Gonzalo es uno de esos amigos que nunca falla, se puso manos a la obra. El resultado fue ‘Bocados de realidad’, un escrito muy sincero que podéis leer a continuación.
‘Bocados de realidad’
Cuando recibí el encargo de escribir este prólogo no supe por dónde empezar. Que una persona como Ángel, que tanto significa para mí a nivel personal por lo que de auxilio tuvo en los peores momentos de mi vida, y a nivel profesional por la admiración que tengo hacia él te realice semejante encargo se convirtió para mí en una pesada losa. Después, al leer el contenido, la sensación de incapacidad aumentó, lo agudas e incisivas de sus disertaciones reducían a la nada mi aportación. Nada tenía ni tengo que añadir a lo ya escrito, es como si este prólogo estorbase.
Así que aunque Ángel me iba preguntando cada cierto tiempo cuál era la situación de tamaño encargo y yo disimulaba como podía, decidí abandonar. Me sentí superado, así que me senté, dejé a un lado la pesada losa y leí sin la asfixiante carga. El resultado fue una tarde de deliciosos bocados de realidad que me trasladaron en el tiempo y en el espacio, también de algunos amargos y otros ácidos. Esas pequeñas historias que al terminar se hilaban unas con otras, mezclando sus colores, como si me estuviese tapando con una gran manta de retales, porque eso es lo que constituye este libro y las historias que se cuentan en él. Retales de unos años de crisis que ya ni siquiera recordamos porque vivimos obsesivamente el momento y el lugar. El yo y el ahora, que todo lo silencian, quedaron en la penumbra. Castigados por una realidad mayor, por un mundo que muchas veces nos negamos a conocer.
Estas historias servirán para descubrir, para interpretar, para reflexionar, para balancear nuestras vidas y nuestros recuerdos, para saber quiénes somos realmente y qué lugar ocupamos en el mundo. Sentir lo realmente trascendental, saber lo que es la crisis, no solo la nuestra, sino la que hay en personas que jamás abandonarán. Saber más de nosotros. Al final, viajar es eso, es conocernos más mediante la noción de otros lugares, otras culturas, otras gentes.
Este libro es desplazarse, un trayecto constante hacia aquello que no conocemos y también hacia nosotros mismos. Una emocionante marcha que salta constantemente de ciudad, de país y de cultura. Un viaje que no querremos que termine y que nos regalará en cada capítulo, como en cada día, un nuevo sabor que no habíamos descubierto antes o un matiz nuevo de ese que ya conocíamos, pero que habíamos olvidado.
Eso sí, es para navegar sin maletas, sin prisas, sin obligaciones. Es zambullirse en el océano. Un libro para llegar a donde muchas veces deseamos llegar, a donde no nos atrevemos a llegar y a donde no queremos llegar. Disfruta este camino, compañero, como yo lo he disfrutado. No dejes de bajarte en todos los puertos, porque toda realidad tiene algo que ofrecer siempre, y suerte en el destino.
.
Luis Gonzalo Segura