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Miguel Ángel Montoya Jamed: ‘Sobre lo que provoca, en lo público, la ignorancia’

montoya

El filósofo, escritor, profesor titular exclusivo de la Universidad Nacional de San Juan (Argentina) y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET), Miguel Ángel Montoya Jamed, vuelve hoy a nuestra web con un breve ensayo titulado ’Sobre lo que provoca, en lo público, la ignorancia’. Una lectura muy recomendable, especialmente en estos tiempos en los que parece que la ignorancia está más viva que nunca.

‘Sobre lo que provoca, en lo público, la ignorancia’

La ignorancia se hace pública en el lenguaje. O sea que la ignorancia tiene una exposición oral.

El individuo se desarrolla en lo público, por lo tanto la ignorancia muestra la dificultad de desarrollo del individuo.

“Las formas del Pensamiento están expuestas y consignadas en el lenguaje del Hombre. En todo lo que es su interioridad,  su representación en general, se encuentra la intervención  del lenguaje”- Hegel

Dice el filósofo, Alexander Kojeve: “……la realidad concreta implica todo lo que es de cualquier manera: tanto el Mundo natural como el Mundo humano o histórico y el Universo del discurso.”

“Sólo el conjunto de la Realidad revelada por el conjunto del Discurso es una realidad-objetiva; y ese conjunto en el doble aspecto, es decir, el Mundo natural que implica al Hombre que habla de ello, es precisamente lo que Hegel llama “Espíritu””.

Dicho de otra manera, por el mismo autor:

“El espíritu hegeliano es la totalidad espacio temporal del mundo de la naturaleza, que implica el discurso humano, el cual revela ese mundo y el hombre”.

La ignorancia es la privación que tiene el individuo de hablar de su Mundo histórico y de él. Que es un Mundo hablante.

La ignorancia priva o niega al individuo hablar de su Mundo histórico y hablante.

La construcción del Mundo histórico del Hombre es su salida del Mundo animal. Es la humanización del individuo. Es la trascendencia del Mundo animal. Es la trascendencia de la Naturaleza, sin que le sea posible, el desarraigo.

Eso es: un mundo histórico “trascendental” que es inmanente a la Naturaleza.

Hablo de la construcción del escenario de la Cultura.

En el concepto hegeliano que da Alexander Kojeve, ese individuo privado o negado, que muestro,  es un “individuo no espiritual”.

Si la ignorancia fuese, la dificultad para hablar de su Mundo histórico, ya se mostraría en el individuo, por esa dificultad, la actitud o necesidad de revelar su Mundo hablante.

La Palabra  está asociada al Pensamiento, una dificultad en el lenguaje es una dificultad en el Pensamiento.

Este individuo que no puede hablar de su Mundo histórico, muestra una ausencia de ejercicio, de entrenamiento para la observación y expresión de su Mundo Hablante. Está próximo a su primitiva condición animal. Tiene debilitada o dificultada la Autoconsciencia frente a un fuerte “Sentimiento de sí”.

Ese discurso del que hablo no es una serie de datos pasivos, sino es el resultado de una “actividad” de “un trabajo”. Me gusta más decir “acción”, y esta es “acción negadora de lo dado”. Que es el Ser del Hombre.

La Acción es el Ser del Hombre, dice Hegel.

El hombre postulado, creado procurado por sí mismo.

El Hombre responsable del Hombre que es.

El Sujeto es “descubridor”, como Ser-en-el mundo. Para ponerlo en un concepto Heideggeriano.

Estoy poniendo al Hombre, como responsable de su ignorancia.

Debo aclarar, que no puedo ni debo desconocer las circunstancias de educación y desarrollo determinadas por el sistema de convivencia. La marginación que provoca este Sistema capitalista, tecnologizado, herramental, constructor de miseria, de mirada tecnológica y pensamiento calculador. Que invade lo público.

Dije: lo público, donde el individuo se desarrolla. Además,  invadido con el dogma. Y con el más dañino de los dogmas que es la religión.

Pero el Hombre, aún atravesado por ese dogma, debe  procurar la observación y la construcción del Discurso que le habilite hablar de su Mundo histórico.

La servidumbre y la obnubilación con el pensamiento calculador, atraviesa, las distintas posibilidades económicas y de  tránsito de la cotidianeidad de los Hombres.

La realidad humana es la única capaz de revelarse a sí misma por el Discurso.

Cuando hablo de entrenamiento me refiero a lo que Hegel, llama “Entendimiento”.

Tomo este concepto hegeliano, dado por Alexander Kojeve. Cuando digo que es una actividad o un trabajo, la fuerza para esto está dada por el “Entendimiento”.

“……que significa lo que hay de verdadero y específicamente humano en el Hombre, pues es la facultad del discurso, que lo distingue del animal y de la cosa……”

El Pensamiento humano es esencialmente discursivo.

Hablo de la “ignorancia”, cuya abundante exposición me subleva. Tal vez porque me muestra lo débil que estamos frente al “enemigo” que sostiene su poder en debilitarnos la Subjetividad.

Lo que yo acuño como: De-Subjetualidad. Que es el cimiento en que se sostiene el sistema de convivencia (sistema capitalista, adjetivado más arriba).

Claro: Yo soy un ejemplo de un Hombre que ignora. Todos ignoramos. Pero la posibilidad del Discurso – señalado -, que poseemos debilita la exposición de lo que ignoramos. No podríamos no ignorar. Somos como “ignorantes específicos”, con una lista muy amplia para esos “específicos”.

El ignorante poseedor de la ignorancia que me subleva, ignora lo que constituye su cotidianeidad. O tienen reducido al mínimo-minimurum el contexto de su cotidianeidad.

Titulé el breve ensayo: “Lo que provoca……”, porque el daño tiene una multiplicidad de componentes, que conforman-conformando una resistencia al cambio, muda, oculta. Que deja de ser pasiva en cuanto es resistente.  Y se adhiere a la comunicación a modo de tejido protector de lo instituido y de las propuestas del poder político y económico.

Reposa en la aparente simplicidad del Dogma.

Se mueve con confianza en la “tranquilidad” de la servidumbre.

Se asocia inmediatamente a la participación de las responsabilidades.

Su lenguaje, que no es más que un artificio sonoro, es multiplicador del bullicio que dificulta escuchar la apelación de lo esencial, que tiene el Hombre.

Reafirma sentencias puestas por los dispositivos ocultos del poder, como: “Hay que tener sentido común”.

Y de ahí, a decir:

“Hay que cuidar el planeta, porque es la única casa que tenemos”

……………………………….

Y tal multiplicidad, que quienes lean puede apuntar……si quieren.

Las que apunto, pueden ser muletillas de ignorantes que simulan. Para no tener sólo la figura del que cuando escucha algo  mira al interlocutor con seudo asombro y abre la boca como tratando de exhalar eso que le es extraño o de incorporar por atoramiento algo que le resultó atractivo, como pudo ser un dulce o un bocado rico en grasas y azúcar.

La primera la apunto pensando en el Sentido a construirle a la cotidianeidad.

Y la segunda, para señalar la creencia de muchos de que es posible el desarraigo, del que hablé al comienzo. Creencia expuesta en términos dados desde el pensamiento calculador.

Una sentencia que puede resumir y describir mi inclusión entre los individuos es: Yo no ignoro mi ignorancia.

Y escribo, este párrafo……y después lo copio en mi cuaderno, para no olvidarlo:

Cuando camines hacia la Luz no te pesaran cuantas penumbras.

Y cuando camines por la Luz la sombra irá contigo, lleva tu memoria.

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Miguel Ángel Montoya Jamed

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