César Quintanilla es un conocido periodista (presentador de radio y televisión, así como columnista de opinión), abogado hondureño y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). En su artículo de hoy nos vuelve a hablar sobre la cuestión que más horas le quita de sueño, el cambio climático, y más concretamente sobre el papel que está jugando la humanidad en la destrucción del planeta.
‘¿El mundo se desarrolla o retrocede?’
Muchas veces pienso en cómo sería nuestro planeta sin la presencia de nosotros los seres humanos y me lo imagino verde, con océanos azules, un verdadero paraíso, lastimosamente la realidad nos plantea otros escenarios, el color verde de nuestros otrora frondosos bosques se ha tornado café por la fuerte deforestación y el azul turquesa en muchos mares del mundo es ahora oscuro turbio por las toneladas de basura que flotan y afecta los sistemas naturales.
Y qué decir de nuestros cielos, atestados de gases dañinos, causantes del calentamiento global y que cambian bruscamente nuestro clima, tanto así, que el último reporte de la NOAA indica que el 2017 fue uno de los años más cálidos de la historia.
En el norte de Argentina los diques de una represa cedieron ante la fuerza de las lluvias y una verdadera catástrofe se suscitó con escenas realmente apocalípticas, el agua arrastró vehículos, contenedores, casas, animales y hasta seres humanos. Pero mientras aquí el agua rebasa las represas, en otro lado del mundo una larga sequía de 3 años tiene al borde del colapso todo el sistema sanitario de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, por la falta de agua en las represas, el vital líquido se entrega por raciones y el próximo 21 de abril ha sido calificado como el día cero, fecha en que toda la ciudad se quedará sin agua y lo poco en existencia se le entregará solamente a las emergencias de los hospitales, Ciudad del Cabo a colapsado y se convertirá en la primera ciudad del planeta que se seca y cuya población ya ha comenzado a desplazarse hacia otros territorios en busca de recursos naturales.
Cerca de Estambul un lago se secó por completo y dejó una triste postal, todo un ecosistema colapsó tras una sequía de 10 meses. Venecia compuesta por 120 pequeñas islas conectadas por decenas de canales ha perdido su encanto, sus habitantes y visitantes han visto con sorpresa como las románticas góndolas que a diario transportan a miles de turistas, se han quedado varadas por la falta de agua en los canales, son al menos 11 urbes las que están bajo amenaza de quedarse totalmente sin agua. Siempre en Europa, varios países han sentido el rigor de las bajas temperaturas, lugares importantes como la Torre Eiffel en París, han tenido que cerrar debido a intensas tormentas invernales, todo lo contrario en Australia, aquí las temperaturas exageradamente elevadas dejan como consecuencia pavorosos incendios forestales, muchas especies animales se han quedado sin hogar, mientras los gases dañinos dormidos en las entrañas de los bosques han sido liberados a la atmósfera.
Los fenómenos extremos están a la orden del día, en un mismo país el clima cambia radicalmente y así ante nuestros ojos el mundo que conocemos también cambia de forma acelerada, pero no reaccionamos, le damos mayor importancia a otros temas como la política, el fútbol, la farándula, a diario nos dejamos imponer agendas mediáticas y pasamos idiotizados con las redes sociales y los medios de comunicación, omitiendo hablar y enfrentar nuestros verdaderos problemas que tienen que ver con la vida misma y la de las futuras generaciones. Le llamamos desarrollo a la industria, a la tecnología, la creencia general es que estamos avanzando y sucede todo lo contrario, estamos retrocediendo hacia un planeta desierto, altamente contaminado, sin recursos naturales y, muy pronto, hasta sin recursos humanos.
Cuídense mucho estimados amigos, no olviden que siempre los quiero como lectores y no como noticia, si nos vamos a ensuciar las manos que sea por La Tierra.
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César Quintanilla
