Don Pedro celebraba el Día de los Difuntos en el cementerio más pobre de São Félix de Araguaia (MT). Allí yacen los restos mortales de indígenas y de trabajadores atraídos a la Amazonia por el sueño de una vida mejor. Muchos de ellos, además de ver sus expectativas frustradas, habían sido muertos a balazos.
El obispo le manifestó al pueblo y a los agentes pastorales de la prelatura: “Escuchen con oídos atentos. Voy a hablarles de algo muy serio. Es aquí que quiero que me entierren”. Leer más →