- La plataforma, de la que forma parte, Mare Tera Fundació Mediterrània, ya está trabajando para alcanzar el reconocimiento de la UNESCO.
- La RIET unirá a Peret y Chacho al Comité de Honor como homenaje.
Mare Terra Fundació Mediterrània y la Red Internacional de Escritores por la Tierra, se sumergen en un nuevo proyecto que reivindica la cultura popular como herramienta social e integradora: la rumba catalana debe ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Junto con profesionales de la rumba catalana, como Sicus Carbonell (Sabor de Gracia), Rosa Pubill (hija de Peret) o Amadeu Valentí (hijo de Chacho) y con la comunidad gitana, la Plataforma de la Rumba empieza a andar con el objetivo de hacer sonar rumba catalana en todo el mundo.
La rumba catalana debe ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La RIET y la cultura transformadora
La Red Internacional de Escritores por la Tierra es el movimiento internacional, presidido por Ángel Juárez, que cuenta con más de 900 miembros escriptores, músicos, artistas, científicos, etc.
La RIET defiende el poder de transformación social de la palabra, promoviendo un cambio de actitud global que promueva el respeto al planeta y a la sociedad a través d la cultura.
Por este motivo, la RIET se ha implicado en el proyecto de la rumba catalana des del inicio. Y con el propósito de promocionarlo, los creadores de la rumba catalana Peret y Chacho, se añadirán al Comité Honorífico de la RIET, en modo de homenaje, junto con otras figuras destacadas como Ernesto Cardenal, Pere Casaldàliga o Claribel Alegría.
Para Ángel Juárez “esto es un homenaje. Hay que reivindicar el papel que tubo la rumba catalana con Peret y Chacho en la sociedad catalana y recuperarlo”.
El camino hacia la UNESCO
Unos años atrás, algunos iniciaron este recorrido, pero se dejó perder. Hoy, la nueva Plataforma Rumba Catalana ya está trabajando seriamente para conseguir este reconocimiento y ya cuentan con el apoyo de la consejería de Cultura de la Generalitat de Cataluña, entre otras. También trabajan para tener el apoyo y hacer una candidatura conjunta con el gobierno francés.
Pero el objetivo de este movimiento no es solo lograr el reconocimiento: es normalizar el género de la rumba catalana en todo el territorio, promocionándolo en todos los pueblos, festivales y escuelas, como un elemento más a proteger, destacar y aprender.
Entre otras propuestas, la Plataforma quiere convertir el 24 de julio en el Día Internacional de la Rumba Catalana, un día en el cual se harían conciertos, actas y talleres participativos en todo el territorio.
La rumba catalana
La rumba catalana fue, y es todavía, uno de los grandes elementos distintivos de la cultura catalana. Un estilo musical que crearon los gitanos y las gitanas catalanas a mediados de los años 50, en las calles del barrio de Gracia, Hostafrancs y en la calle de la Cera del Raval.
Bien pronto se extendió por todo el territorio, Tarragona, Lleida y Girona, hasta llegar también al sur de Francia. Y es que la rumba catalana, como la cultura, no entiende de fronteras y, por este motivo, siempre ha representado un elemento clave en la integración social. Porque más que música, la rumba es un estilo de vida.