Detrás de la puerta,
escondida
de aplauso tácito al acecho,
tu musa,
siempre dispuesta… clandestina,
compartiendo autoría.
Sus lágrimas asoman
en cada aplauso,
unas de alegrías
otras de insomnios y secas,
otras de rabias y egoístas.
Las enamoradas caen de últimas, orgullosas
todas fieles celebrando orgías.
Poesías escondidas
íntimas a la sombra, susurran…
gritan silencios sordos.
Todos aplauden,
todos te escuchan,
nadie nos lee.
No hay un nosotros
a la luz del día.
Solo una musa
dispuesta y clandestina
compartiendo autoría.
Arlette Valenotti
Correctora literaria y Redactora creativa
Caracas (Venezuela)