Alemania entierra hoy a la escritora Stefanie Zweig, que alcanzó fama mundial gracias a su novela autobiográfica «En un lugar de África», cuya versión cinematográfica, realizada por Caroline Link, ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 2002.
La familia de la escritora huyó de Alemania en 1938, cuando la persecución a los judíos por parte del régimen nazi se hizo más severa, y se refugió en Kenia. Zweig abordó su experiencia africana, que se inició cuando tenía cinco años, tanto «En un lugar en África» (1995) como en otra de sus novelas, «Sólo queda el amor» (2007).
La familia Zweig retornó a Alemania después de la guerra, en 1947, y se instaló en Fráncfort, donde hoy ella será enterrada. El padre, un jurista que en Kenia había tenido que probar suerte como granjero, volvió a ejercer su profesión.
Una novela menos conocida de Zweig, «En un lugar de Alemania» (1996), tiene como escenario la casa de la Rothschildallee en Francfort, donde vivió su familia tras el regreso a Europa. Una obra claramente autobiográfica es «En ningún lugar está la patria», donde se confronta con su pertenencia a dos países y dos continentes.
Zweig trabajó como periodista cultural hasta que el periódico para el que escribía, «Abendpost», dejó de circular en 1980 y entonces empezó a escribir primero historias para niños y luego novelas que llegaron a vender 7,5 millones de ejemplares.
La autora murió el viernes a los 81 años, después de una breve enfermedad que le impidió terminar su último proyecto literario.