Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET)

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Víctor Manuel Jácome: ‘Aventuras en el ciclo del agua’

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Víctor Manuel Jácome es escritor, promotor independiente de la cultura del agua en México y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). Este mexicano está muy centrado en el futuro del agua, y es el creador de la Familia de Gotas de Agua, hasta el punto de que lleva escritos 300 cuentos sobre sus “Aventuras en el Ciclo del Agua”. A continuación os dejamos con el primero de ellos. Si os interesa y queréis leer más, podéis hacerlo aquí.

‘Aventuras en el ciclo del agua’

Una de esas bellas tardes lluviosas en que el Sol, Alma del Mundo, iluminaba el horizonte,  dando lugar a ese colorido meteoro conocido como “Arco Iris”, millones de gotas de agua brillantes como piedras preciosas, en tropel abandonaban sus nubes, para participar en el largo recorrido por la Tierra. Entre ellas, viajaba la familia formada por Othón Gotón, Tina Gotina y sus hijos Fermín Gotín y Tita Gotita, quienes según sus padres ya estaban en edad de emprender en su compañía el fascinante Ciclo del Agua.

Desde las alturas, pudieron observar que descenderían en un enorme embalse formado por una majestuosa Presa Hidroeléctrica, construida por los hombres con el propósito de controlar las cíclicas avenidas del caudaloso río que alimenta; almacenar grandes cantidades del vital líquido y aprovecharlo también para generar energía eléctrica, tan necesaria para los humanos.

Como antes les habían explicado sus padres, los pequeños Gotín y Gotita pudieron observar durante su descenso que otras gotas habían caído en terrenos cubiertos de vegetación en donde tenían que esperar a que llegaran más gotas para formar un Manantial o un Arroyo y así posteriormente juntas en un caudal, incorporarse a las Aguas Superficiales de un Río y seguir recorrido por el viaje mágico.

También observaron que otras gotas que no están muy convencidas de emprender el viaje al no ser aprovechadas, de inmediato se evaporan para regresar al cielo, interrumpiendo el sendero que deberían seguir durante el mágico ciclo. Otras gotas, seguramente las más audaces y arriesgadas convencen a sus compañeras de viaje para emprender misiones peligrosas y duraderas filtrándose a las entrañas de la Tierra para conocer diferentes depósitos hídricos e incorporarse a las Aguas Subterráneas, que todos conocemos como Acuíferos y en donde tendrían que esperar mucho tiempo, hasta que fueran extraídas hacia la superficie para cumplir con la otra suerte del recorrido mágico.

Estas aguas se usan para abastecer a los usuarios urbanos, que es la gente de poblaciones cercanas, o ahí mismo a los usuarios rurales o agrícolas que es la gente del campo, quienes obtienen el vital líquido para su consumo a través de un pozo o noria o para regar sus plantíos.

Supieron además que en algunos lugares de la República Mexicana, en donde no se cuenta con lagos o ríos caudalosos, esos Acuíferos han sido severamente sobre explotados por la gran demanda de agua que registran e inclusive están a punto de agotarse.

Antes de llegar a su primer destino, Gotón y Gotina explicaron que las gotas en su largo viaje dentro de las nubes le dan la vuelta al mundo y con frecuencia son depositadas en terrenos cuyas características son diferentes entre sí, aunque de una u otra forma, finalmente también en ellos se da un proceso hidrológico.

“En ocasiones bajamos en forma de copos de nieve sobre enormes campos o montañas con hielo, lo que representa casi un retiro para esas gotas, ya que tendrán que esperar mucho, pero mucho tiempo para volverse a incorporar al proceso del agua”.

“Otras veces bajamos en océanos o inhóspitos desiertos en donde inmediatamente nos evaporamos y volvemos al cielo, por la elevada temperatura que guarda el mar o la arena, tras acumular el calor del radiante Sol que los ilumina durante todo el día, todos los días.”

“También podemos caer en el duro suelo de las ciudades y pueblos en donde igualmente podemos evaporarnos por el calor que acumula el asfalto o desperdiciarnos por el drenaje, si se trata de las primeras; y filtrarnos al subsuelo, si se trata de los segundos. Pero el mejor de los casos, es caer o escurrirnos hacia los grandes embalses, lagos o ríos, en donde la posibilidad de completar nuestro ciclo es mayor y sin tanto problema”.

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Víctor Manuel Jácome

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