Un año después de la incertidumbre, la angustia y el horror, nada ha cambiado. Ya han pasado 366 días de la explosión de la planta de IQOXE que dejó tres muertes, y aún no sabemos por qué. El 14 de enero de 2020 se sucedieron una serie de catastróficas desdichas; o, más bien, sucedió un accidente fruto de irregularidades y malas gestiones, que podría haber sido evitable o, como mínimo, menos dañino.
Aún a día de hoy no conocemos las causas de la explosión. Los dos informes que se han realizado, uno encargado por la Generalitat y otro por la misma empresa, atribuyen el accidente a hechos distintos. Pero si leemos los resultados, el detonante es el mismo: una gran falta de personal, unas condiciones de seguridad pésimas, y una empresa que solo piensa en el beneficio económico.
El detonante de la explosión fue: una gran falta de personal, unas condiciones de seguridad pésimas, y una empresa que solo piensa en el beneficio económico.
Y esto no era nuevo, varias auditorías e informes ya habían informado de que la planta de IQOXE presentaba serias deficiencias en términos de seguridad. Y, personalmente, no logro entender cómo se dejó pasar. O quizás sí: una vez más se priorizó el beneficio económico a la salud y a las personas.
La transparencia y la información también brillaron por su ausencia ese mismo día. La incertidumbre y el temor fueron palpables durante días en las calles de Tarragona y sus barrios. Nadie sabía nada y, aún peor, nadie se ha responsabilizado aún.
Muchas de las personas afectadas estuvieron días con serios desperfectos en sus casas o negocios. Las manifestaciones y las reivindicaciones fueron totalmente necesarias para conseguir auxilio para los más dañados.
366 días después nadie ha pagado. El juicio avanza lentamente, mientras que la empresa intenta lavar su imagen con pequeños e insignificantes gestos. Muchos de los trabajadores de IQOXE que siguen de baja han denunciado la despreocupación de la empresa. Incluso, personal de dentro de la planta, relata cómo la empresa sólo sigue centrada en producir más.
Es cuestión de días que un incidente así vuelva a suceder. ¿Y qué pasará? Posiblemente sea más grave, porqué un año después nada ha cambiado. Un año después estamos igual o peor.
Desde Mare Terra Fundació Mediterrània y desde la Coordinadora de Entidades de Tarragona, denunciamos reiteradamente muchos de los defectos del anterior PLASEQCAT y estuvimos reclamando un nuevo modelo. Pues de momento, nadie ha querido contar con las entidades ciudadanas para valorar las nuevas estrategias. ¿Es así como se pretende mejorar?
A Mare Terra Fundació Mediterrània y a la Coordinadora de Entidades de Tarragona aún no nos han contactado para mejorar nada. ¿Así es cómo quieren solucionar las cosas?
Llevamos un año esperando los medidores del aire que el Ayuntamiento presupuesto, por lo tanto, tampoco tenemos un estudio epidemiológico independiente.
Y por si no era todo bastante surreal, desde la Generalitat de Catalunya nos dicen que, sintiéndolo mucho, no hay dinero para el Plaseqta. ¿Puede ser esto verdad? Para mucha gente de la zona, les pareció hasta insultante o, por lo menos, generó un importante cabreó. No puede faltar dinero para proteger vidas. Tarragona está en peligro.
Así que lo más importante es salir de nuevo a las calles y gritar que no nos hemos olvidado. Queremos mejoras y queremos estar seguro, y lo queremos para ya. Espero veros hoy a las 18:40 h a la Plaça de la Font (Tarragona). La fuerza del pueblo es la única que podrá conseguir salvarnos.
Y recordad, que nadie os robe vuestra sonrisa.
Ángel Juárez
Presidente de Mare Terra Fundació Mediterrània
Presidente de la Red Internacional de Escritores por la Tierra
Presidente de la Coordinadora de Entidades de Tarragona