Por culpa del gobierno de Roseana Sarney, el Brasil y el mundo asisten a una tragedia en el Marañón. En la penitenciaría de Pedrinhas, en São Luís, 62 presos fueron asesinados en los últimos meses, la mayoría degollados. Las imágenes están en internet.
El Alto Comisariado de Derechos Humanos de la ONU pidió que el gobierno brasileño investigue la carnicería de Pedrinhas. Es bueno recordar que, en noviembre del 2013, el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, declaró que, en el Brasil, “es preferible morir que estar preso”.