Sin mates radiofónicos, ni afónicos, llegamos al final del 2020 como todo el mundo, a dos aguas entre “penas y alegrías del amor”. Pena de ver lo que se ve, pérdidas, daños y alegría de seguir cumpliendo años.
No hace mucho, los mayores del pueblo eran las más honorables, aunque solo fuera por pintar canas. Hoy, gobiernos-estados, los consideran “personas de riesgo”. De riesgo serán algunos corruptos que nos gobiernan, o que nos desgobiernan, y que después pretenden escapar de la justicia. Leer más →