Josu Gómez es un conocido político, escritor y columnista de opinión, así como presidente de la Fundación Glocal y miembro de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET). Hoy recuperamos un artículo publicado en su blog que lleva por título ’Los rostros invisibles’ en el que nos habla de personas que parecen haber sido olvidadas en la espiral política tan especial que estamos viviendo en España.
‘Los rostros invisibles’
Hoy cuando los tambores de Wall Street anuncian la llegada de una nueva tormenta financiera, España sigue ausente, condenada al graznido insoportable de la ignorancia y de la corrupción que como una metástasis se extienden por los pilares de la democracia. Un tiempo en donde la fanfarria política del electoralismo vacuo sigue proclamando los absurdos mensajes del final de una crisis que lejos de finalizar hoy se muestra adaptativa al nuevo entorno cambiante. Y de paso tras varios años deja en su recorrido los cadáveres laborales de miles de españoles que hoy siguen anclados en la desesperación de la incertidumbre al presente y al mañana. Son ellos los rostros invisibles y humanos de la crisis de las 650 mil personas que hoy malviven sin prestaciones y en pobreza severa .
Esa es la España de hoy, la líder en desigualdad y pobreza en Europa, la campeona en desempleo juvenil y el país en donde la brecha social más ha crecido en los últimos años, es ya la clase media un sueño olvidado de aquellos días en los que nos sentíamos en el top ten del progreso. Hoy la herencia del PP por acción y la de la falta de capacidad política por omisión del resto de partidos es la España de la división y de la mediocridad, esa que hoy fluye entre los despachos del Congreso en las mesas de negociación de los diferentes partidos mientras el país se desangra.
Y mientras esto ocurre, el caldo de cultivo de la intolerancia y el totalitarismo se prepara en los platos llenos de hambre y de miedo al futuro que parece que nadie es capaz de alcanzar cuando la espiral de la desesperación toma forma en lo que parece ser una nueva recreación actual de los años 30.
Por ello, hoy visibilizar el rostro de los invisibles apostando por una política social de emergencia que blinde los derechos fundamentales y las necesidades básicas se muestra como fundamental en el marco de un nuevo modelo redistributivo de riqueza en donde quienes más tengan más aporten en la construcción de nuevo modelo de país. El nuestro que debe de abandonar el frentismo de las trincheras para tender la mano a la cooperación urgente que hoy necesitamos la ciudadanía de una clase política que debe de estar a la altura de su tiempo, en el que toca construir puentes por el interés general y por la ciudadanía de un país que cada día se llena más de esa población numérica invisible de la desesperación, esa que todos tenemos en la cercanía de nuestro día a día y que en ocasiones toman el rostro de hermanos, padres y madres, amigos, cónyuges, de hombres y mujeres de gente buena que hoy sufre y necesita de la política en mayúsculas.
Josu Gómez
