Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977) es un militar con el rango de teniente. Es el autor del libro ‘Un paso al frente’ (2014), en el que denunció que el funcionamiento de las Fuerzas Armadas españolas está plagado de malas prácticas. A raíz de su publicación, Segura fue suspendido de sus funciones y en julio ingresó en la prisión militar de Colmenar Viejo por un periodo de dos meses. Posteriormente, en enero de 2015, fue enviado de nuevo a prisión para cumplir una pena de otros dos meses, a pesar de que el nuevo reglamento militar sólo contempla un mes para las faltas graves.
Su calvario empezó en 2012, cuando decidió interponer denuncias por la vía militar debido a “la enorme corrupción que existe en el Ejército”. Sus denuncias no prosperaron y algunas de ellas fueron archivadas. Desde mayo de 2012, está suspendido de sus funciones en las Fuerzas Armadas.
Lastrado por la impotencia, el teniente Segura empezó a escribir todo lo que había vivido en primera persona durante sus años en el ejército. El resultado fue el libro ‘Un paso al frente’, que desató la polémica antes de su publicación y fue un éxito de ventas. En su escrito, entre otras muchas cuestiones, denuncia que “el acoso laboral en el Ejército es una herramienta del mando, no un delito”, que en los cuarteles se dan “comportamientos pseudomafiosos”, que “la justicia militar no es nada independiente” o que “con dinero público se pagan privilegios, clubes militares para que los oficiales jueguen al golf, hagan equitación o tengan piscina climatizada”, así como desvíos de dinero público, corrupción y acosos sexuales y laborales.
Así, Luis Gonzalo Segura tuvo el coraje de hacer público lo que todo el mundo sabía dentro del Ejército pero nadie denunciaba. Y ahora está sufriendo en sus carnes su propia valentía.
¿Por qué le otorgamos la Mención Especial de la RIET? Por demostrar su valentía enfrentándose a una de las instituciones más poderosas del Estado, a pesar del riesgo de represión y el encarcelamiento que actualmente está sufriendo; por revelar a la sociedad el funcionamiento oculto y la corrupción existente en algunos estamentos del ejército español, y por creer en la libertad de expresión y en la fuerza de la palabra por encima de todas las cosas.